El municipio de Querétaro se encuentra ante un escenario complejo en materia ambiental, derivado principalmente del reciente incendio que afectó más de 500 hectáreas en la zona del Tángano. Aunque este predio no se encuentra dentro de la jurisdicción municipal, el gobierno de Querétaro, encabezado por su Secretaría de Medio Ambiente, ha asumido un papel activo en el seguimiento y colaboración interinstitucional para mitigar riesgos derivados del siniestro, como la posibilidad de inundaciones durante la temporada de lluvias.

La secretaria de Medio Ambiente del Municipio de Querétaro, María Guadalupe Espinosa de los Reyes, explicó que el Tángano es un Área Natural Protegida de carácter estatal, por lo que su administración corresponde al Gobierno del Estado a través de la SEDESU. Esta dependencia ya presentó el reporte correspondiente para que el área afectada se incluya en el Atlas Forestal de la CONAFOR, paso previo a la elaboración de un programa de restauración que puede tardar hasta dos años en concretarse. El municipio, sin embargo, ha mantenido labores preventivas en su territorio, como la limpieza de drenes y bordos, para reducir el riesgo de inundaciones.

Pese a los daños, se reporta que parte de la vegetación afectada aún conserva capacidad de retención hídrica, y existe una falla geológica en la zona que permite la infiltración hacia el acuífero, lo que subraya la necesidad de manejar la información con responsabilidad y evitar alarmismo sin sustento técnico.

Colaboración metropolitana y límites legales

Aunque el área siniestrada pertenece al municipio de El Marqués, la Secretaría de Medio Ambiente del Municipio de Querétaro ha mostrado disposición para colaborar, siempre y cuando sea solicitado formalmente por el gobierno estatal, para evitar incurrir en actos de competencia indebida. En este contexto, se están impulsando mesas de trabajo metropolitanas en temas ambientales para fortalecer la coordinación entre municipios.

Avances en nuevas Áreas Naturales Protegidas

Además del seguimiento al Tángano, la administración trabaja en la declaratoria de dos nuevas Áreas Naturales Protegidas dentro del municipio: el Cerro Colorado (18 hectáreas) y la Cañada Bolaños o “Reserva del Tlacuache” (aproximadamente 40 hectáreas). En el primer caso ya se cuenta con el estudio técnico justificativo y se prevé iniciar la consulta pública en un mes y medio. La segunda área aún se encuentra en etapa de elaboración del estudio, con una proyección de inicio del proceso participativo en dos meses.

Estas declaratorias buscan concretarse antes de finalizar el año, como parte del compromiso municipal con la conservación del entorno. Paralelamente, se promueve el programa de fragmentos de conservación de biodiversidad urbana, que actualmente suma 10 mil hectáreas certificadas y se proyecta incorporar al menos 30 mil más en los próximos años.

Bonos de carbono: un modelo voluntario en expansión

En materia de acción climática, se mantiene el programa de bonos de carbono basado en un esquema voluntario. La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se encuentra realizando un análisis para determinar si ha aumentado el stock de carbono vendible en el Parque Flor de Lavareta. Asimismo, se estudia la inclusión de predios del FIGMA, como Cañada Bolaños, La Ermita y Ciudad del Sol, en este modelo.

Reforestación y participación ciudadana

Ante el déficit de vegetación urbana, el municipio prepara el arranque del programa “Reverdecer Querétaro”, que comenzará el 31 de mayo con una jornada de reforestación en el camellón de Epigmenio González, frente al Tec de Monterrey. Zonas como Félix Osorio, Carrillo, Viñedos y Peñuelas han sido identificadas como prioritarias. La respuesta ciudadana ha sido positiva, con múltiples vecinos interesados en integrarse y recibir acompañamiento técnico de la Secretaría.

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