Los rumores en la Fórmula 1 no cesan. E involucran al equipo del tetracampeón del mundo, Max Verstappen. Medios austríacos aseguran que la escudería Red Bull despedirá a su director general, Christian Horner, tras el Gran Premio de Imola, que se correrá el próximo fin de semana y en el que el argentino Franco Colapinto regresará a la máxima categoría a bordo de un Alpine.
El presente deportivo del equipo austríaco no es el mejor: apenas consiguió una victoria en la temporada, debió reemplazar a Liam Lawson por Yuki Tsunoda, su ritmo de carrera es inferior a McLaren y tanto Verstappen como el histórico asesor deportivo, Helmut Marko, destrozaron públicamente el andar del RB21 tras la carrera de Miami.
El desplazamiento de Lawson ya había generado una señal de alarma alrededor del equipo: no es usual que una escudería top cambie de piloto apenas iniciada una temporada. El movimiento del equipo de Milton Keynes para el Gran Premio de Japón fue muy cuestionado, ya que algunos argumentaron que a Lawson se le debería haber dado más tiempo para demostrar su talento, sobre todo teniendo en cuenta que Max Verstappen tampoco estaba tan cómodo con el RB21.
“En años anteriores quizás ascendimos a pilotos demasiado pronto. Si pienso en la época de Alex Albon, Pierre Gasly se precipitó, y Daniel Ricciardo también se pasó a Renault en aquella época”, dijo Horner en esos primeros días de abril, en Tokio.
Ahora, ese elemento es apenas uno de los que ayudan a su cuestionamiento puertas adentro. El medio austríaco OE24 apunta que “el año pasado, Horner causó revuelo con la filtración de su affaire con una empleada. En ese momento, el director estaba protegido por los jefes de Red Bull de Tailandia, mientras que el campamento de Verstappen, junto a Helmut Marko querían una separación”. Y agrega: “Debido a la crisis de resultados en curso, ahora es probable que haya un replanteamiento”. El diario Osterreich, por su parte, habla de un “terremoto” luego de la carrera de Imola.