El cuadro de Picasso Naturaleza muerta con guitarra, desaparecido accidentalmente y ya recuperado, permaneció más de veinte días en la portería de un edificio de la avenida de Pío XII en Chamartín, Madrid, tras ser recogido por la portera pensando que se trataba de un paquete común.
Fuentes cercanas al propietario aseguran que el extravío fue accidental y que el matrimonio encargado de la portería no tuvo intención de apropiarse de la obra. El paquete, de tamaño medio y envuelto en papel burbuja con cintas de la empresa de transportes, contenía la obra de 12,7 x 9,8 cm, técnica de gouache y mina de plomo sobre papel.
La pieza forma parte de una colección privada de vanguardias del siglo XX que incluye obras de Juan Gris y Miró. Algunas de estas obras habían sido enviadas a la exposición Bodegón del centro cultural CajaGranada, inaugurada el 6 de octubre.
La Policía Nacional considera el caso cerrado y creíble, destacando que la confusión se debió únicamente al desconocimiento de la portera sobre el contenido del paquete. La colección privada y la rutina de sus traslados a museos y galerías han generado sorpresa entre vecinos y comerciantes de la zona, pero no alteraron la tranquilidad del distrito.

 
			



