Un tribunal español rechazó el lunes el argumento del exfutbolista brasileño Dani Alves de que había sufrido un juicio mediático y que se le debía dar más tiempo para preparar su proceso penal por presunta agresión sexual a una mujer en Barcelona en 2022.

El exdefensa del Barcelona de 40 años, fue detenido en enero del año pasado y desde entonces se encuentra en prisión preventiva en una cárcel de las afueras de la ciudad.

El fiscal acusa a Alves de forzar a la mujer a mantener relaciones sexuales y de no utilizar preservativo, y solicita una pena de nueve años de prisión y que Alves pague una indemnización por daños y perjuicios de 150.000 euros (163.215 dólares) a su presunta víctima.

Alves negó inicialmente haber mantenido relaciones sexuales con la mujer, a la que dijo no conocer. Más tarde sostuvo que sí que había mantenido relaciones sexuales consentidas con ella en el baño VIP de un club nocturno y que lo había negado en un principio para proteger su matrimonio.

Vestido con vaqueros azules y camisa blanca, Alves se sentó en primera fila en la sala de vistas de la Audiencia Provincial de Barcelona, en el inicio del juicio el lunes.

Su madre, acompañada por uno de sus hermanos, sopló besos e hizo un signo en forma de corazón con las manos cuando Alves, esposado y escoltado por agentes de policía, entró en la sala.

El tribunal de tres jueces denegó una solicitud de suspensión del juicio presentada por la abogada de Alves, Inés Guardiola, alegando que no se le había dado tiempo suficiente para preparar su primer interrogatorio policial tras su detención y que había sufrido un juicio paralelo por los medios de comunicación.

El caso ha atraído gran atención no sólo por el perfil de Alves, sino porque la agresión sexual es un tema político dominante en España, más notable aún tras el beso supuestamente no consentido que el entonces presidente de la Real Federación Española de Fútbol Luis Rubiales le dio a la delantera Jenni Hermoso tras la victoria de su equipo en el Mundial en agosto.

El juicio de Alves es uno de los de mayor repercusión en España desde que una ley de 2022 del Gobierno liderado por los socialistas convirtiera el consentimiento en un factor clave en los casos de agresión sexual y aumentara el tiempo mínimo de cárcel para este tipo de agresiones con violencia.

La ley fue impulsada por la violación en grupo de una adolescente en 2016 durante los encierros de San Fermín, después de que los cinco hombres fueran condenados inicialmente por un tribunal inferior por abuso sexual, lo que provocó protestas masivas. El máximo tribunal del país dictaminó posteriormente que eran culpables de violación.

El caso desencadenó una reflexión nacional sobre el asunto que continúa hasta hoy, cuando los índices de violencia de género siguen siendo elevados.

En España, una denuncia por violación se investiga ahora bajo la acusación general de agresión sexual, con el agravante de violación.

Está previsto que el juicio frente Alves dure tres días.

La presunta víctima testificó el lunes en una sesión a puerta cerrada. Habló desde detrás de un biombo, con la voz distorsionada para proteger su identidad.

En total declararán 30 personas y Alves será el último en subir al estrado.

Alves ha ganado más de 40 trofeos con Brasil y clubes como el Barcelona, el Sevilla, la Juventus y el París Saint Germain. Tras su detención, fue despedido por Pumas UNAM de México.

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