En los últimos años, la calidad del aire en Querétaro ha mostrado un deterioro preocupante, especialmente en la zona metropolitana. Durante 2024, los días con mala calidad del aire aumentaron en un 83% en comparación con el año anterior, según datos de la Secretaría de Desarrollo Sustentable (Sedesu). Esto significa que más de la mitad del año, la población estuvo expuesta a niveles de contaminación que superan los límites recomendados para la salud.

¿Qué está contaminando nuestro aire?

Los principales contaminantes que afectan el aire queretano son:

  • Partículas PM2.5 y PM10, generadas principalmente por automóviles, obras de construcción y actividades industriales.
  • Ozono troposférico, que se forma por reacciones químicas entre contaminantes bajo la luz solar.
  • Dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno, provenientes del uso de combustibles fósiles.

Durante los meses de abril y mayo de 2024, se registraron los niveles más altos de contaminación, coincidiendo con el incremento de temperaturas y la escasez de lluvias, lo que agrava la concentración de partículas en el aire.

Zonas más afectadas

Las estaciones de monitoreo ambiental han identificado como focos rojos las zonas de Carrillo Puerto, Corregidora, y San Pablo, donde los niveles de PM2.5 superaron en múltiples ocasiones los estándares recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Impacto en la salud

La exposición prolongada a aire contaminado está directamente relacionada con un aumento de enfermedades respiratorias, como asma, bronquitis y alergias, así como con padecimientos cardiovasculares. Grupos vulnerables como niñas, niños, personas mayores y quienes viven con enfermedades crónicas son los más afectados.

¿Qué se está haciendo?

Las autoridades han implementado algunas medidas, como:

  • Monitoreo constante de la calidad del aire a través del CEMAQ.
  • Recomendaciones de actividades al aire libre según los niveles de contaminación.
  • Programas de verificación vehicular y control de emisiones industriales.

Sin embargo, especialistas y organizaciones ambientalistas advierten que las acciones aún son insuficientes frente a la magnitud del problema.

¿Qué podemos hacer como ciudadanía?

Aunque gran parte del problema requiere voluntad política y regulaciones más estrictas, como ciudadanía también se pueden tomar acciones:

  • Usar el automóvil solo cuando sea necesario.
  • Optar por transporte público, bicicleta o caminata.
  • Exigir políticas públicas de movilidad sostenible y protección ambiental.

Conclusión

La contaminación del aire en Querétaro ya no es un tema futuro: es un problema actual que está afectando la calidad de vida de miles de personas. Atenderlo requiere un cambio de rumbo en la política ambiental del estado, una mayor responsabilidad empresarial y un compromiso activo de la ciudadanía.

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