Por: Aldo Bautista
La reciente entrega de kits de manteado y extensión a 62 comerciantes por parte de la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SEDESU) de Querétaro pone en evidencia tanto la voluntad de apoyo gubernamental como las profundas limitaciones estructurales de estas políticas. A pesar de los discursos alentadores, es importante examinar si estas acciones realmente contribuyen a fortalecer la economía local o si son paliativos que enmascaran una falta de visión estratégica.
El titular de SEDESU, Marco Antonio Del Prete Tercero, calificó a los comerciantes como “la base de la economía de Querétaro”. Sin embargo, entregar kits de manteado parece más un gesto simbólico que una solución sustancial para los problemas que enfrenta este sector.
Los tianguistas y locatarios, al ser actores clave de la economía informal, requieren mucho más que herramientas básicas para competir en un mercado cada vez más desafiante. Mientras enfrentan problemas estructurales como la falta de financiamiento, seguridad y acceso a tecnología, este tipo de apoyos parece insuficiente para garantizar su crecimiento o sostenibilidad.
SEDESU presume que el Programa de Apoyo a Sectores Económicos (PASE) benefició a más de 4,600 queretanos durante 2024, pero no hay claridad sobre el impacto de estas intervenciones en la competitividad y el bienestar de los beneficiarios. ¿Cómo se mide el éxito del programa? ¿Cuántos de estos apoyos realmente contribuyeron a la formalización o expansión de los negocios?
Si bien el gobierno promete nuevos mecanismos para 2025, la falta de un análisis riguroso sobre los resultados de las políticas actuales limita la posibilidad de que estas futuras estrategias sean efectivas.
Retos más profundos
Querétaro, con su economía pujante y en constante crecimiento, también enfrenta grandes retos, como la desigualdad y la falta de acceso a financiamiento para pequeños comerciantes. Mientras las grandes industrias y sectores como el aeroespacial reciben atención y recursos sustanciales, los comerciantes locales parecen relegados a medidas superficiales que no atacan los problemas de fondo.
Adicionalmente, el discurso oficial de “apoyos directos” corre el riesgo de ser percibido como populista si no viene acompañado de acciones estructurales que permitan a los comerciantes competir en igualdad de condiciones frente a grandes cadenas y plataformas digitales.
La necesidad de un enfoque estratégico
Para realmente fortalecer al comercio local, el gobierno debe priorizar:
- Acceso a financiamiento: Facilitar créditos a tasas competitivas y esquemas de pago accesibles para pequeños comerciantes.
- Capacitación y digitalización: Ayudar a los tianguistas y locatarios a adaptarse al comercio electrónico y nuevas tendencias de consumo.
- Formalización: Incentivar la transición hacia la economía formal mediante beneficios fiscales y regulatorios.
- Infraestructura comercial: Proveer espacios seguros, limpios y modernos que incrementen la competitividad de los mercados locales.