En el año 2025, China aspira a iniciar la producción en masa de robots humanoides con la intención de convertirlos en un impulsor clave de su economía. Más allá de su liderazgo en vehículos eléctricos y smartphones, el país busca posicionarse a la vanguardia en la creación de humanoides destinados a realizar tareas laborales. La visión a largo plazo, según las directrices del Ministerio de Industria y Tecnología de la Información (MIIT) de Pekín, es que estos robots se conviertan en un componente vital para el crecimiento económico chino, alcanzando un nivel avanzado a nivel mundial en esta tecnología para el año 2027.
La directriz de nueve páginas publicada por el MIIT a principios de noviembre establece metas ambiciosas, destacando la necesidad de una mejora significativa en la innovación tecnológica de los robots humanoides. El documento también aboga por la creación de un sistema de cadena de suministro industrial seguro y confiable, el establecimiento de una ecología industrial competitiva a nivel internacional y el logro de una fuerza integral a la par con los estándares mundiales avanzados.
Este impulso hacia la robótica es parte de los esfuerzos continuos de China por acelerar el desarrollo de su industria robótica local y alcanzar la autosuficiencia tecnológica, especialmente en medio de la competencia intensiva con Estados Unidos, especialmente en áreas tecnológicas clave como los chips.
En 2021, China superó a Estados Unidos en robótica industrial, convirtiéndose en el quinto país más automatizado del mundo según el Informe Mundial de Robótica 2022 de la Federación Internacional de Robótica. Las directrices sugieren que sectores como la salud, los servicios a domicilio, la agricultura y la logística experimentarán un aumento en el uso de robots.
El MIIT destaca la importancia de centrarse en el “cerebro”, el “cerebelo” y las “extremidades” de los robots humanoides, liderados por avances en inteligencia artificial, como los modelos de lenguaje avanzados. Además, se insta a la industria robótica a acelerar el desarrollo de humanoides para su uso en entornos difíciles y peligrosos, con un énfasis en mejorar las capacidades en el sector manufacturero.
El compromiso del Ministerio también incluye la mejora de las normas industriales y las capacidades de prueba de productos, la creación de laboratorios, organizaciones industriales y comunidades de código abierto para respaldar la industria robótica humanoides. China se propone contribuir al desarrollo del sector mediante políticas mejoradas, la formación de talentos y la cooperación internacional.
Con la ambición de establecer estándares mundiales para esta industria emergente, China planea participar activamente en la creación de reglas y estándares internacionales, aportando la “sabiduría china” al desarrollo global de la industria de robots humanoides. Este enfoque se alinea con el deseo de Pekín de fortalecer su sector de fabricación avanzada y mejorar la autosuficiencia en respuesta a las restricciones estadounidenses, impulsados también por el descenso demográfico y el crecimiento económico moderado.
Tras la publicación de estas directrices políticas, las acciones de empresas chinas de robótica experimentaron un aumento significativo, intensificando la competencia tecnológica entre las dos principales economías del mundo en el ámbito de chips y hardware, donde empresas estadounidenses como Tesla y Boston Dynamics han disfrutado históricamente de una ventaja.