Un tunecino de 45 años sospechoso de matar a dos hinchas de fútbol suecos en Bruselas murió el martes tras ser abatido por la policía en una cafetería, informaron las autoridades.
“El autor del ataque terrorista en Bruselas ha sido identificado y ha muerto”, publicó en la red social X la ministra del Interior, Annelies Verlinden.
Se sospecha que mató a dos ciudadanos suecos e hirió a un tercero en el centro de Bruselas el lunes por la noche. Se identificó como miembro del Estado Islámico y reivindicó la autoría del ataque en un vídeo publicado en internet.
El tiroteo se produce en un momento de inquietud por la seguridad en algunos países europeos en relación con el conflicto entre Israel y Hamás, aunque un fiscal federal belga dijo que no había pruebas de que el atacante tuviera relación alguna con la reciente reanudación del conflicto entre Israel y militantes palestinos.
Verlinden dijo anteriormente que no podía descartar que el atacante hubiera tenido cómplices.
El sospechoso huyó del lugar de los hechos cuando estaba a punto de comenzar un partido de fútbol entre Bélgica y Suecia, lo que desencadenó una persecución masiva y llevó a Bélgica a elevar su alerta terrorista al máximo nivel.
El primer ministro, Alexander de Croo, calificó el tiroteo del lunes de brutal “ataque terrorista”.
“Anoche tres personas se fueron a lo que se suponía que iba a ser una maravillosa fiesta del fútbol. Dos de ellas perdieron la vida en un brutal ataque terrorista”, dijo De Croo en rueda de prensa.
“El autor del ataque se dirigió específicamente contra seguidores suecos que se encontraban en Bruselas para asistir a un partido de fútbol de los Diablos Rojos. Dos compatriotas suecos fallecieron. Una tercera persona se recupera de graves heridas”, dijo De Croo.
Bélgica recibía el lunes por la noche a Suecia en un partido de clasificación para la Eurocopa 2024. El partido se suspendió en el descanso.
El país ha elevado el estado de alerta de seguridad de su capital al máximo nivel, con una mayor presencia policial, sobre todo para ciudadanos e instituciones suecas, y ha advertido a la población de que extreme la vigilancia y evite desplazamientos innecesarios.
“Permanezcamos unidos en este terrible desafío de estos ataques terroristas. Nunca nos dejaremos intimidar por el terrorismo”, dijo De Croo en la misma conferencia de prensa.
PREOCUPACIÓN POR LA SEGURIDAD
El presunto atacante, quien pidió asilo sin éxito en Bélgica en noviembre de 2019, era conocido por la policía en relación con el tráfico de personas, dijo el ministro de Justicia, Vincent Van Quickenborne, en una conferencia de prensa.
La policía de seguridad sueca Sapo, que en agosto elevó su alerta terrorista al segundo nivel más alto y advirtió de un aumento de las amenazas contra los suecos en el país y en el extranjero, dijo que estaba en contacto con sus homólogos internacionales.
“Estamos en una situación grave. (…) Suecia se ha convertido (con el tiempo) en un foco cada vez más claro de extremismo islamista violento”, dijo un portavoz del Sapo en un comunicado.
El presunto autor de los disparos, que se hacía llamar Abdesalem Guilani, afirmó en un vídeo difundido en redes sociales que era un combatiente de Alá.
Un vídeo del ataque publicado en la página web del periódico Het Laatste Nieuws mostraba a un hombre con una chaqueta naranja en una motocicleta en un cruce de calles con un rifle disparando primero cinco tiros y luego siguiendo a la gente que huía hacia un edificio antes de volver a disparar.
El periódico dijo el martes que la policía estaba buscando a un cómplice que filmó el ataque.
Según una transcripción de medios de comunicación del mensaje de vídeo grabado por el autor autodeclarado, dijo que había matado a suecos para vengarse en nombre de los musulmanes.
La Comisión Europea, con sede en Bruselas, ha instado al personal a trabajar desde casa. Se cerraron algunas escuelas.
Bélgica ha sido blanco de varios ataques islamistas en los últimos años, el más mortífero el de 2016 contra el aeropuerto de Bruselas y el metro de la ciudad, en el que murieron 32 personas.
Varios de los pistoleros islamistas que atacaron en París en 2015, donde murieron 130 personas, eran belgas o vivían en Bruselas.