A punto de llegar a la mitad de la campaña hacia la presidencia municipal de El Marqués, Jorge Lomelí lamentó que la planta tratadora de agua que debió haberse puesto en funcionamiento desde hace un año y medio en la comunidad de Calamanda, se encuentre como un ‘elefante blanco’ y se haya destinado recurso de los marquesinos para algo que actualmente es inservible.

“Un tema muy delicado muy sensible es que se tiene una planta de tratamiento me dice la mayoría, que hace un año y medio iban a entregarla, está abandonada y están abiertos los registros, son peligrosos, no sé qué profundidad tengan pero son aguas sucias, entonces es un elefante blanco peligroso que tenemos que atender rápidamente.

Recordó que aunque no es barato construir plantas de tratamiento de agua, es más caro no tener el líquido para vivir y que en El Marqués existen más de 20 comunidades que reciben el agua por tandeo o en el peor de los casos no les llega y su abastecimiento lo consiguen con pipas.

“Ahorita más o menos en 21 comunidades tenemos problemas de que no hay agua, la Cañada se quedó hace poquitos días sin agua. Vamos a tratar el agua como se merece, a través de la Comisión Municipal”.

Añadió que otro de las demandas más recurrentes de los habitantes de Calamanda es mejorar la cancha de futbol que tienen para volverlo una unidad deportiva y recreativa que fortalezca el tejido social y con ello evitar que los jóvenes caigan en adicciones o cualquier conducta de riesgo, así como un centro de salud.

“El tema del centro de salud también nos lo están pidiendo, está muy chiquito, no atienden, yo les había propuesto y lo vamos a lograr con los 3 mil millones, un poquito más que tiene El Marqués, vamos a lograr darles medicamentos básicos y atención; en las cabeceras va a ser 24 horas, en las comunidades van a ser dos turnos”.

Por último refirió que además de mejorar la infraestructura deportiva y de salud se busca vincular a la sociedad con actividades artísticas y culturales que permitan a los habitantes disfrutar en familia artes como el teatro, la música, el cine, además de clases de computación e inglés que puedan contribuir de manera positiva en el escalamiento laboral de los jóvenes.

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