¿Pagarías 30 dólares por una piedra? Te advierto que no tiene nada que ver con una piedra preciosa. Se trata de Pet Rock, una ¿mascota? que viene en una caja con instrucciones de cuidado. Es el invento que volvió millonario al estadounidense Gary Dahl y que –50 años después–todavía se vende bajo su firma en Amazon.

La oferta es clara. Pet Rock viene en una pequeña caja con agujeros (para que respire mientras la llevas a casa, obviamente), un nido de papel (seguramente pensado para que se mantenga caliente durante el traslado), unos ojos plásticos para que la decores a tu gusto y, por supuesto, un extenso manual para que entiendas cómo debes cuidar a tu nueva mascota.

Pet Rock viene “preentrenada para sentarse y quedarse”, es la oferta que la propia compañía hace en su página web: “es la única mascota que poseerás que nunca tendrás que alimentar, pasear ni bañar” ¿Estas dispuesto a asumir toda la responsabilidad que lleva su cuidado?

Un invento serio

Aunque la oferta parece un chiste, la mascota causó furor en la década de los 70 en EEUU y, en pocos meses, se vendieron alrededor de 1,5 millones de piedras, recuerda un reportaje de The New York Times. Fue una moda que Newsweek llamó “uno de los esquemas de marketing más ridículamente exitosos de todos los tiempos”.

Dahl, quien trabajaba como periodista freelance, tuvo la idea de crear esta mascota mientras compartía con unos amigos en un bar de California. Consiguió el apoyo financiero de dos amigos, compró piedras lisas provenientes de playas mexicanas en un almacén y comenzó a darle forma a su emprendimiento.

Pet Rocks entró al mercado justo para la Navidad de 1975, recuerda el reportaje. Dahla –con 39 años– apareció en la revista People, en icónicos programas como “The Tonight Show” y en un sinfín de otras publicaciones. Su piedra y él se hicieron famosas. “Fueron el regalo imprescindible de la temporada”, que entonces se vendía por $ 3,95.

Pet Rock logró dar empleo a más de 30 personas, entre la elaboración del empaque y la distribución. En febrero de 1976, pasado el furor de Navidad, las ventas comenzaron a disminuir, pero ya la compañía había logrado ingresos por más de 2 mil millones de dólares, según la web especializada Negocios y Emprendimiento.

Un éxito fugaz
La bonanza económica le duró poco. La sencillez de la idea de Dahla hizo que otros replicaran su propuesta, ofreciendo otras piedras como mascota a menor precio. Incluso hoy en Amazon se consiguen imitaciones: la original se venden por $29 dólares, mientras una “copia” apenas cuesta $18.

La compañía lanzó otros accesorios y versiones para alargar el éxito de Pet Rock, pero ninguno fue tan popular. Ni la versión Bicentennial Pet Rock oficial, donde la piedra venía con la bandera estadounidense dibujada encima; ni el kit de cría, con arena original para que los cuidadores hicieran su “propio terreno desierto”.

The New York Times recuerda que los inversionistas demandaron a Dahl a finales de los años 70, considerando que las ganancias no se repartieron de forma justa. El tribunal falló en contra del inventor, y debió pagar “una sentencia de seis cifras”.

Con el dinero que obtuvo con Pet Rock, Dahl abrió después una compañía de veleros y, más tarde, volvió al mundo de la publicidad. También escribió en 2001 el libro “Publicidad para tontos”. Murió en marzo de 2015, producto de una enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

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