El paro de labores que afecta al Poder Judicial de la Federación en Querétaro continuará hasta el 2 de octubre, en una clara señal de que las tensiones internas y las demandas de los trabajadores aún no han encontrado cauce. Así lo determinó el Consejo de la Judicatura Federal en una sesión extraordinaria celebrada el 20 de septiembre, en la que se evaluó la viabilidad de reanudar las actividades, pero se concluyó que el escenario no es propicio para levantar la suspensión.
Este paro, que ya ha cumplido un mes, revela las grietas en la estructura del Poder Judicial, un cuerpo que no solo se ve afectado por cuestiones laborales, sino también por el peso de reformas que buscan redefinir su esencia. Si bien tres de los consejeros se opusieron a la prolongación de la suspensión, la votación reflejó un consenso en torno a la necesidad de mesas de trabajo para abordar a profundidad la reforma judicial, como si de un terreno agrietado se tratara, que necesita ser arado desde sus cimientos para florecer nuevamente.
Durante este periodo de inactividad, los órganos jurisdiccionales y las áreas administrativas permanecerán en pausa, una pausa que resuena más como un síntoma de un malestar más profundo. Sin embargo, no todo quedará paralizado: se garantizará la atención de los casos urgentes, una suerte de latido persistente en medio de la quietud, hasta que la justicia, una vez más, recupere su ritmo.