Ernestina Godoy Ramos fue nombrada fiscal general de la República con 97 votos en el Senado. Morena y sus aliados sumaban 87, por lo que parte de la oposición contribuyó a completar la cifra, incluido el PAN. Legisladores de ese partido cuestionaron la autonomía de Godoy por su reciente labor como consejera jurídica del Ejecutivo federal, pero aun así hubo votos que permitieron su designación.
Durante el debate, la panista Verónica Rodríguez cuestionó cómo garantizaría independencia institucional. Mayuli Latifa Martínez pidió claridad sobre el trato a periodistas y opositores. Lilly Téllez denunció presuntas presiones políticas y exigió respuesta directa. Godoy sostuvo que la autonomía se sostiene con coordinación interinstitucional y afirmó que no habrá persecuciones políticas ni fabricación de culpables, pero tampoco impunidad.
Desde Querétaro, el senador Agustín Dorantes no mostró su voto al emitirlo, pero posteriormente admitió haber respaldado a Godoy. Aclaró que su decisión no implica adhesión automática y la condicionó al desempeño en seguridad. Señaló que la coordinación institucional ha sido clave para mantener indicadores positivos en Querétaro y que no apoyará acciones que afecten ese modelo. Planteó que la Fiscalía debe operar con autonomía, sin uso político y con resultados.
Dorantes afirmó que miles de víctimas siguen esperando justicia en casos de homicidios, desapariciones y corrupción. Dijo que vigilará el actuar de la FGR y que, si la institución se politiza o falla, denunciará públicamente. La senadora Guadalupe Murguía tampoco mostró su voto en urna. Previamente fue señalada por la diputada panista María Elena Pérez-Jaén por avalar la lista inicial de 10 aspirantes donde figuraba Godoy. Pérez-Jaén atribuyó la postura de Murguía y Dorantes a instrucciones del gobernador Mauricio Kuri.
El Senado aprobó la lista que fue enviada al Ejecutivo federal, y posteriormente una terna reducida regresó a la Cámara Alta, de la cual emergió la designación final de Godoy Ramos.
