EFE / Un conjunto de organizaciones campesinas e indígenas mexicanas firmaron este martes un documento para la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, con peticiones para conseguir la soberanía alimentaria y acabar con el “modelo neoliberal” en el campo mexicano.

El documento con 11 propuestas lo firmaron la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA), la Coalición de Organizaciones Democráticas Urbanas y Campesinas (CODUC), la Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA), la Central Independiente de Obreros y Campesinos (CIOAC), la Organización para el Desarrollo Rural Sustentable (OPDRS) y el Movimiento Social por la Tierra (MST).

Durante la presentación del documento, José Narro, representante del CNPA y senador por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), afirmó que “el campo es ahora una asignatura pendiente de la Cuarta Transformación”, en referencia a las políticas del presidente, Andrés Manuel López Obrador.

“Hoy estas seis organizaciones hemos decidido luchar juntas para dar la batalla para que el campo ocupe un lugar importante en las políticas públicas del próximo Gobierno”, aseguró Narro.

El representante de UNTA, Álvaro López Ríos, denunció que son “sobrevivientes de un holocausto campesino de este Gobierno que termina” al opinar que la Administración actual falló en temas de seguridad, justicia social y salud, por su gestión de la crisis por la covid-19,

Respecto al reciente nombramiento de Julio Berdegué como Secretario de Agricultura y Desarrollo Rural para el gabinete de Sheinbaum, Antonio Medrano del CODUC lamentó que “seguirá la misma ruta de darle (favorecer) a los grandes empresarios y a los pequeños campesinos dejarlos así”.

En contraste, Francisco Yasser, del MST, valoró la presencia de algunas de las organizaciones agrarias en el acuerdo firmado con Sheinbaum por entidades campesinas de Morelos, estado del centro de México, el pasado 10 de abril.

“No partimos de cero”, agregó Yasser.

Sobre la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), prevista para 2026 como uno de los grandes retos del Gobierno que entra el 1 de octubre, los representantes de UNTA y MST coincidieron en que “es necesario que se tome en cuenta la opinión de las organizaciones del campo”.

Yasser agregó que el tratado ha supuesto un “pilar fundamental del neoliberalismo en México” y pidió una revisión profunda del mismo.

Otro tema destacado fue el reparto del agua y su gestión.

En este sentido, José Carmen Soto, del OPDRS, denunció que los cultivos de aguacate del Estado de México y Michoacán “están consumiendo cantidades enormes de agua que deberían ser para destino humano”.

En el documento firmado, que esperan presentar a la presidenta electa en el plazo de ocho días, según aseguró el senador Narro, destacan la institución de la propiedad social y el derecho al territorio para las comunidades originarias y campesinas, quienes “son los verdaderos guardianes de la tierra”.

Otras de las propuestas incluyen la creación de una banca de desarrollo agropecuario, parar la devastación ambiental y el “extractivismo” y optar por políticas respetuosas con el medioambiente.

También impulsar una reforma constitucional que reconozca el agua como “bien asociado al territorio” o el impulso a la sindicalización de los trabajadores agrarios.

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