En la conversación, el presidente mexicano respondió a preguntas sobre la crisis en la frontera con Estados Unidos y la inmigración, los carteles de la droga mexicanos, los estragos causados por el fentanilo, la criminalidad o las relaciones bilaterales, entre otras cuestiones.
A la pregunta de por qué tan solo un 5 % de los homicidios en el país son perseguidos y si eso no envía el mensaje de que México es un país sin ley, López Obrador se defendió diciendo que, aunque es un porcentaje bajo, es “más que antes” y que “no hay impunidad” en el país.
Aseguró además que, bajo ninguna circunstancia, establecería contacto con los carteles de la droga para parar su actividad delictiva en el tráfico de estupefacientes, extorsiones a empresas y tráfico de inmigrantes. “No, no, no. Lo que hay que hacer con los delincuentes es aplicar la ley. Pero no voy a establecer contacto ni comunicación con un criminal”.