La tensión entre el Gobierno de Argentina y grupos asociados a la violencia del narcotráfico en la ciudad de Rosario siguió intensificándose este viernes, tras la aparición nuevas amenazas, esta vez, dirigidas directamente a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
“Patricia Bullrich, metiste a todos los presos en un mismo pabellón, ahora vamos a desangrar Rosario y Buenos Aires”, indicaba una pancarta escrita con pintura roja y negra, en la ciudad de la provincia de Santa Fe (centro del país).
“Hoy apareció un nuevo cartel intimidatorio contra mi persona en un puente en Rosario. Los vamos a meter presos a todos. Se les acabó la joda”, respondió la ministra y excandidata presidencial de la coalición centroderechista Juntos por el Cambio en su cuenta personal de la red social X.
A las 15:00 (18:00 GMT), está previsto que Bullrich ofrezca una rueda de prensa, junto a otros funcionarios de su ministerio, para dar detalles acerca de los últimos operativos con el narcotráfico que azota Rosario desde hace décadas.
La Policía Federal Argentina anunció el jueves que había llevado a cabo “uno de los golpes más importantes contra el lavado de activos en la ciudad”, con la detención de Jorge Antonio Benegas, extestaferro del líder narco Esteban Alvarado, junto al desmantelamiento de una red criminal compuesta por diez personas.
El gobierno provincial, a cargo de Maximiliano Pullaro -hombre de confianza de Bullrich- implementó el ‘estilo Bukele’ en las cárceles de Rosario, llamado así por el método de reclusión que usa el Gobierno del presidente salvadoreño Nayib Bukele, por quien Milei ha expresado su admiración en varias ocasiones.
En los últimos meses, el crimen organizado tomó represalias ante esta situación, atacando transeúntes y servicios públicos como conductores de bus, taxis o recolectores de residuos con la intención de generar terror y asesinando personas de forma casi aleatoria.
Ante esta situación, el Gobierno que preside el ultraliberal Javier Milei envió fuerzas federales para actuar en coordinación con la policía provincial, así como las Fuerzas Armadas para brindar apoyo logístico al operativo en la tercera ciudad más poblada del país y uno de los puertos más importantes de Suramérica.
Mientras tanto, las amenazas en la ciudad se multiplican y no sólo afectan a políticos. A finales de marzo, la familia del futbolista internacional argentino Ángel di María recibió una amenaza de muerte, tras publicar su preocupación por la situación de violencia que vive su Rosario natal.