Cuando Ye habla, su audiencia escucha, aunque a menudo no comprendan lo que está diciendo. Esto no solo aplica a sus declaraciones, sino también a sus más recientes incursiones en el mundo de la moda. En las últimas semanas, el artista —ahora conocido por sus proyectos radicales— lanzó una nueva colección de Yeezy que ha dejado a sus seguidores tan intrigados como desconcertados.
La línea, vendida exclusivamente a través de su sitio web Yzy Supply, incluye prendas minimalistas decoradas con letras en cirílico y griego. Sin embargo, el significado de estas frases es tan inescrutable como las intenciones de Ye. “¿Qué significan?”, se preguntan los usuarios en subreddits dedicados a Kanye y Yeezy, mientras debaten si las frases son referencias culturales, bromas privadas, o simplemente combinaciones visualmente atractivas pero vacías de sentido.
No es la primera vez que Yeezy juega con el lenguaje como herramienta estética. Pero en el contexto de Ye, cuya reputación sufrió un duro golpe tras sus comentarios ofensivos en 2022, el contenido de estas prendas adquiere un peso adicional. ¿Qué mensaje transmite realmente su ropa?
Los expertos en lingüística, incluidos profesores de ruso y griego, han tratado de descifrar las palabras en sus prendas. La respuesta, según ellos, es clara: no hay mensajes profundos ni referencias culturales obvias. Frases como “Herald Tribune”, impresas en ruso, o combinaciones de letras griegas invertidas no tienen significado en sus idiomas originales. Son, en esencia, juegos visuales diseñados para intrigar y, quizás, desconcertar.
Este enfoque recuerda una tendencia pasada en la moda callejera, cuando las marcas usaban el alfabeto cirílico como recurso gráfico. En su momento, ese estilo capturó la atención de los consumidores occidentales, aunque su popularidad decayó con el resurgimiento del militarismo ruso y la invasión de Ucrania.
La influencia de Gosha Rubchinskiy, diseñador ruso y jefe creativo actual de Yeezy, es evidente en esta nueva línea. Rubchinskiy, conocido por su mezcla de ropa deportiva, militar y sastrería conceptual, había utilizado frases en cirílico en sus colecciones pasadas, antes de que una controversia empañara su carrera. Ahora, bajo el ala de Ye, parece haber encontrado un espacio para experimentar sin restricciones.
A pesar del precio accesible de las prendas Yeezy —tan bajas como 20 dólares—, la estética general se ha desplazado hacia lo austero. Los colores tierra, que alguna vez definieron una era en la moda, han sido reemplazados por una paleta monocromática de blanco, gris y negro. Los diseños actuales recuerdan más a uniformes que a piezas de alta costura.
Aun así, el experimento parece estar funcionando. Ye aseguró haber generado 2,3 millones de dólares en ventas en un solo día, lo que demuestra que, aunque el mensaje sea ambiguo, el magnetismo de su marca sigue intacto.
Para los fans de Ye, comprar una prenda Yeezy ya no es solo adquirir ropa, sino participar en un enigma. ¿Es una protesta silenciosa contra la moda tradicional? ¿Un comentario sobre la cultura contemporánea? ¿O simplemente un capricho de un artista conocido por desafiar convenciones?
En el universo de Ye, tal vez el misterio sea el mensaje.