Buenos Aires, Argentina — En una decisión que profundiza la tensión social y política en Argentina, el presidente Javier Milei vetó este sábado dos leyes clave aprobadas por el Congreso en julio: un aumento de emergencia para jubilados y la declaración de emergencia en discapacidad.

La medida, que será formalizada el lunes a través del Boletín Oficial, fue anticipada por el mandatario, quien sostiene que ambas disposiciones “conspiran” contra su meta de déficit fiscal cero, piedra angular del plan de ajuste que su gobierno impulsa desde diciembre de 2023.

Jubilados bajo la línea de la pobreza

La ley vetada establecía un aumento excepcional del 7,2 % para las jubilaciones y la actualización del bono complementario —congelado desde marzo— a 110.000 pesos (80 dólares). Actualmente, el 63,5 % de los 7,4 millones de jubilados argentinos percibe el haber mínimo, equivalente a 314.300 pesos mensuales (228 dólares), cifra que los ubica por debajo de la línea oficial de pobreza.

Según la Defensoría de la Tercera Edad de Buenos Aires, un adulto mayor requiere al menos 1,2 millones de pesos (873 dólares) mensuales para cubrir necesidades básicas, debido a los mayores gastos en salud, medicamentos y alimentación especializada.

También vetó la ley de emergencia en discapacidad

El Congreso también había aprobado una ley para declarar la emergencia en materia de discapacidad hasta 2027, que obliga al Estado argentino a garantizar recursos para pensiones y servicios a este colectivo históricamente relegado. Milei la vetó con el mismo argumento fiscal.

Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, el impacto fiscal total de ambas leyes sería del 1,07 % del PIB, una cifra que el gobierno considera inaceptable en su hoja de ruta hacia el superávit. Sin embargo, organizaciones sociales, economistas críticos y defensores de derechos humanos advierten que el recorte se hace sobre los sectores más vulnerables.

Congreso: comienza la batalla legislativa

Con el decreto de veto publicado, se abrirá en el Congreso un proceso en el que cada cámara deberá votar si revierte o convalida la decisión presidencial. Para que el veto caiga, se necesitan dos tercios de los votos en ambas cámaras. Aunque el oficialismo es minoría, Milei ha logrado en el pasado retener vetos gracias a alianzas puntuales con sectores de la oposición.

Mientras tanto, las calles siguen siendo el termómetro. Jubilados, personas con discapacidad y sus familias han protagonizado protestas crecientes en los últimos meses, exigiendo condiciones mínimas para vivir con dignidad.


Déficit cero, derechos también. Pero Milei ya eligió cuál cortar primero.

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