El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, acusó este martes a EE.UU. de “injerencistas”, “prepotentes” y de despreciar a su país y tratar de provocar un “estallido social” mediante la “asfixia económica” para luego aplicar en la isla “una restauración neocolonial y neoliberal”.

En declaraciones a la televisión estadounidense NBC durante su recorrido por una feria comercial en La Habana, Díaz-Canel reiteró de esa forma la postura de su Gobierno señalando a Washington tras las protestas de varios cientos de personas este domingo en seis localidades cubanas por los apagones y la falta de comida.

Desde el Gobierno de EE.UU. como desde su embajada en La Habana se mostró comprensión por las demandas de los manifestantes y se exigió a La Habana el respeto de sus derechos humanos. El encargado de Negocios estadounidense, Benjamin Ziff, fue convocado este lunes a la Cancillería.

“Tanto los voceros del departamento de Estado como el Gobierno de EE.UU. como su embajada aquí en Cuba son injerencistas, prepotentes y sienten un enorme desprecio por el pueblo y la revolución cubana”, aseguró el presidente.

Agregó que el Gobierno cubano no tiene que “rendirle cuentas” a Washington. “Somos libres, soberanos e independientes y vamos a seguir haciendo nuestra revolución a pesar del recrudecimiento del bloqueo, a pesar de que nos hayan incluido en una lista espúrea -que sólo la inventa un gobierno tan genocida y tan hegemónico como el de EE. UU.- de países que supuestamente apoyan el terrorismo”, afirmó.

Díaz-Canel prosiguió asegurando que EE.UU., “en su afán hegemónico” trata de lograr una “restauración neocolonial y neoliberal en Cuba”, pero se mostró convencido de que “eso no lo van a lograr”. “Que traten de derrumbarnos, a ver qué va a pasar. La revolución es muy sólida”, dijo.

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