La Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, rechazó enérgicamente la propuesta de un grupo de congresistas republicanos en Estados Unidos que plantea imponer un impuesto del 5 por ciento a las remesas enviadas desde ese país. Calificó la medida como “discriminatoria” y advirtió que viola el Tratado para Evitar la Doble Tributación entre México y EUA, vigente desde 1994.
“No estamos de acuerdo. Primero, es discriminatorio; y, segundo, viola un Tratado firmado entre México y Estados Unidos”, señaló Sheinbaum durante su conferencia matutina, conocida como “las mañaneras del pueblo”. Añadió que esta medida afectaría directamente a los migrantes mexicanos que viven y trabajan en Estados Unidos, quienes envían remesas a sus familias en México, muchas veces en condiciones económicas precarias.
La mandataria informó que el Gobierno de México ya ha comenzado a actuar. Se han enviado cartas formales a autoridades estadounidenses y, en los próximos días, el embajador Esteban Moctezuma sostendrá reuniones con organizaciones de migrantes —incluyendo comunidades mexicanoamericanas— para explicar por qué esta propuesta es perjudicial.
Además, anunció que una comisión del Senado de la República, integrada por legisladores de todos los partidos, buscará el diálogo con sus contrapartes en el Congreso estadounidense. También hizo un llamado a las y los paisanos a enviar cartas a sus representantes para manifestar su rechazo a esta iniciativa.
Sheinbaum subrayó que el impacto de este impuesto no se limitaría a México, sino que afectaría a todos los países receptores de remesas, como India, el mayor receptor a nivel mundial. En su opinión, aunque los migrantes seguirán enviando dinero, el impuesto significaría un aumento en los costos para ellos y una reducción en su capacidad de consumo, lo que perjudica principalmente a quienes tienen menos recursos.
Por su parte, el secretario de Hacienda y Crédito Público, Edgar Amador Zamora, indicó que en 2024 México recibió 64 mil 700 millones de dólares en remesas, lo que equivale aproximadamente al 3.5% del PIB nacional. El 99.1% de esas remesas se enviaron a través de transferencias electrónicas, es decir, mediante mecanismos legales y regulados.
Amador recordó que los mexicanos que viven en EUA ya pagan impuestos —entre el 10% y el 37%— conforme al sistema fiscal estadounidense (IRS). Por tanto, imponer un tributo adicional violaría el artículo 25 del tratado bilateral sobre doble tributación, que impide imponer a los nacionales de un país obligaciones fiscales más gravosas que a los ciudadanos del país anfitrión.
El canciller Juan Ramón de la Fuente aseguró que el Gobierno de México está preparado para ofrecer una defensa política y legal contundente. Detalló que, por instrucciones de la Presidenta, ya se envió una carta firmada por el embajador Moctezuma y el jefe de la Unidad para América del Norte, Roberto Velasco, dirigida a los integrantes del Comité de Medios y Procedimientos de la Cámara de Representantes.
En dicha carta se expone que solo el 18% de los ingresos generados por los mexicanos en EUA es enviado como remesas; el resto permanece en la economía estadounidense. Velasco advirtió que la propuesta republicana afectaría no solo a migrantes indocumentados, sino también a residentes legales y ciudadanos no estadounidenses, generando una clara discriminación que contraviene principios del derecho internacional.
El Gobierno de México reiteró su compromiso con la defensa de los derechos de las y los connacionales en el exterior y aseguró que seguirá trabajando en todos los frentes para evitar la imposición de esta medida.