Ciudad de México.— Con una estimación de 600 mil personas infectadas y una alta carga de mortalidad, México busca eliminar la hepatitis C como problema de salud pública, informó este jueves el Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/Sida y Hepatitis (Censida).
Durante la presentación del Programa Nacional de Eliminación de la Hepatitis C, el director de Censida, Juan Luis Mosqueda, subrayó que la meta no es erradicar el virus —para lo cual no existe vacuna—, sino reducir su impacto mediante diagnóstico y tratamiento oportuno, estrategia avalada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
“Con los tratamientos actuales es posible curar hasta al 95 % de los pacientes. El verdadero reto es localizarlos, porque la hepatitis C puede ser asintomática durante décadas”, explicó Mosqueda.
Actualmente, para que México logre la validación internacional de eliminación del virus como problema de salud pública, es necesario diagnosticar al menos al 90 % de las personas infectadas y curar al 80 %. Para ello, la base del programa es el acceso universal a pruebas rápidas de detección.
Mosqueda confirmó que en las próximas semanas, una delegación de la OPS visitará México para verificar el avance del programa, con especial atención en los estados del norte como Baja California, Sinaloa, Chihuahua y Tamaulipas, donde existe alta incidencia del virus asociada a movilidad migrante y consumo de sustancias.
A pesar del avance, las autoridades sanitarias reconocen que el objetivo de la OMS para 2030 —eliminar la hepatitis C como problema de salud pública global— probablemente no se cumplirá en México, aunque se mantiene como horizonte de trabajo.
“Vamos avanzando, aunque no a la velocidad deseada”, señaló Nayelli Cointa, vicepresidenta del Comité Científico de Fundhepa, quien también alertó sobre el impacto de las reinfecciones y la ausencia de vacuna como obstáculos estructurales.
Según datos de Censida, entre 2019 y 2024 se realizaron más de 4.1 millones de pruebas de detección de hepatitis C, de las cuales 73,836 resultaron positivas. Sin embargo, solo 33,931 personas han sido vinculadas a tratamiento, lo que evidencia la brecha entre diagnóstico y atención efectiva.
Los principales factores de riesgo identificados en México son: tatuajes o perforaciones (59.9%), uso de drogas inyectables (46.7%) y consumo de sustancias por vía nasal (46.5%).