Alrededor de 300 personas del movimiento autodenominado “Generación Z” se manifestaron este domingo en la Ciudad de México para visibilizar la violencia cotidiana en el país, en una movilización de menor convocatoria que la registrada hace un mes, cuando una protesta similar derivó en disturbios en el Zócalo capitalino.
Se trató de la tercera “Marcha del Silencio por la Paz” convocada en el último mes, tras el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, ocurrido el 1 de noviembre, crimen que detonó una ola de indignación por la violencia. Entre las consignas se escuchó: “Carlos Manzo vive, la lucha sigue y sigue”.
La movilización partió del Ángel de la Independencia sobre Paseo de la Reforma y concluyó en el Zócalo sin incidentes, a diferencia de la protesta del 15 de noviembre que terminó con disturbios frente al Palacio Nacional. En pancartas se leyeron mensajes como “Los jóvenes somos el presente. Muera el mal gobierno” y consignas dirigidas a Donald Trump y al partido gobernante Morena.
Antes de llegar al Zócalo, los manifestantes realizaron una parada en el Palacio de Bellas Artes, donde leyeron un pronunciamiento colectivo. Un vocero señaló la falta de respuesta de las autoridades para atender la crisis de violencia y la problemática de personas desaparecidas, que supera los 130 mil casos. Reconoció además que, aunque la convocatoria presencial fue menor, el movimiento mantiene una amplia presencia en redes sociales.
La protesta no estuvo definida por criterios etarios estrictos, sino por el llamado a no olvidar a las víctimas de la violencia, un fenómeno persistente pese al cambio de gobierno ocurrido en 2018 con la llegada de Andrés Manuel López Obrador, hoy sucedido por la presidenta Claudia Sheinbaum.






