Por: Juliana Hernández Quintanar
Este pasado lunes, firmamos el convenio del límites territoriales entre Querétaro y Corregidora, lo cual fue el culmen de un trabajo de 4 años, para solucionar un problema que tenía 21 años sin resolverse.
Bien, les cuento el origen del problema. En 2002 se firmó el convenio original, sin embargo este tenía un error técnico, pues en la parte en donde se describían las coordenadas de forma gramatical se establecía que la colonia Magisterial o 22 de Septiembre estaría en el Municipio de Querétaro, sin embargo en otra clausula en la que se establecían las coordenadas de forma numérica hubo un error, lo cual provocó que la colonia en cuestión quedara en el Municipio de Corregidora, lo cual implicó que las 302 claves catastrales registradas originalmente en el Municipio de Querétaro quedara Plan de Desarrollo Urbano de Corregidora ¿Cuáles fueron las consecuencias de esto? la imposibilidad de brindar ciertos servicios públicos a la colonia, que los ciudadanos no pudiesen realizar trámites cotidianos como licencias de construcción, licencias de funcionamiento entre otros, además de que la credencial de elector estableciera que se habitaba en el Municipio del Corregidora cuando el recibo de luz, agua, y otros servicios establecieran que pertenecían al de Querétaro, un lío.
Así pues en Septiembre del 2019 cuando su servidora trabajaba en la Secretaría General de Gobierno, junto con el Secretario Apolinar Casillas realizamos un recorrido a la colonia en el marco del primer del informe de gobierno del Alcalde Luis Nava, en dicho recorrido conocí al Profesor Antonio Piña, quien con justa molestia expuso el problema de la colonia, y fue allí en donde nos dimos a la tarea de encontrar la solución, la cual implicaba en primer lugar hacer una actualización técnica de las coordenadas en todos y cada uno de los puntos de los límites territoriales entre Querétaro y Corregidora, lo cual significó un trabajo monumental para las áreas de catastro y desarrollo urbano de ambos municipios, con la colaboración de catastro del Estado.
El segundo paso era trabajar en la parte jurídica, para lo cual se hizo un convenio en el que solo se modificaban dos cláusulas del convenio original, el siguiente paso fue que ambos Ayuntamientos: Querétaro y Corregidora aprobasen la firma del convenio, y el tercero la firma de dicho instrumento jurídico.
Así redactado se lee sencillo, pero fue un trabajo de muchas personas implicadas, a quienes agradezco de corazón haber tenido la disposición y voluntad para solucionar un problema que tenía 21 años sin resolverse. Este es un ejemplo de que, con participación de la ciudadanía, trabajo en equipo, perseverancia, persistencia, cooperación y buena voluntad se pueden cumplir objetivos concretos que mejoren la calidad de vida de los queretanos, pues esa es nuestra razón de ser trabajar todos y cada uno de los días, con vocación, disposición y efectividad para construir el Querétaro que queremos.
