EFE / Los chimpancés mantienen ‘conversaciones’ por gestos que siguen un patrón similar al de las personas cuando se turnan con rapidez o se interrumpen a lo largo de una charla, según un estudio que publica Current Biology.

La investigación encabezada por la Universidad de St Andrews (Reino Unido) descubrió que la sincronización de los gestos de los chimpancés y la toma de turnos en las conversaciones humanas es similar y muy rápida.

Esto sugiere que hay unos mecanismos evolutivos similares que impulsan estas interacciones sociales y comunicativas, indicó la primera autora del estudio Gal Badihi.

Los hallazgos sugieren que la comunicación humana puede no ser tan única como podría pensarse y demuestran que otras especies sociales “no necesitan el lenguaje para participar en intercambios comunicativos a corta distancia con un tiempo de respuesta rápido”, consideró la autora.

Los investigadores recopilaron datos sobre más de 8.500 gestos de 252 chimpancés en cinco comunidades salvajes de África Oriental y midieron el ritmo de los turnos y los patrones de conversación.

Descubrieron que el 14 % de las interacciones comunicativas incluían un intercambio de gestos entre dos individuos que interactuaban y, aunque la mayoría de los intercambios eran de dos partes, pero algunos incluían hasta siete.

En general, los datos revelan un ritmo similar al de la conversación humana, con breves pausas entre un gesto y una respuesta gestual de unos 120 milisegundos.

“Las similitudes con las conversaciones humanas refuerzan la descripción de estas interacciones como verdaderos intercambios gestuales, en los que los gestos producidos en respuesta dependen de los del turno anterior”, escriben los investigadores.

Además, observaron una pequeña variación entre las distintas comunidades de chimpancés, lo que coincide con lo que ve en las personas, donde hay ligeras variaciones culturales en el ritmo de la conversación, precisó Badihi.

“En los humanos, son los daneses los que responden ‘más despacio’, y en los chimpancés orientales, los de la comunidad Sonso de Uganda”, precisó otra de las firmantes Catherine Hobaiter.

Esta correspondencia entre la comunicación cara a cara de humanos y chimpancés apunta a la existencia de reglas subyacentes comunes cuyas estructuras podrían remontarse a mecanismos ancestrales compartidos.

Aunque, también es posible que chimpancés y humanos llegaran a estrategias similares para mejorar las interacciones coordinadas y gestionar la competencia por el espacio comunicativo.

En futuros estudios, los investigadores dicen que quieren explorar por qué los chimpancés tienen estas conversaciones, pues creen que suelen recurrir a los gestos para pedirse algo unos a otros.

“Todavía no sabemos cuándo evolucionaron estas estructuras conversacionales, ni por qué”, dijo Hobaiter. Para llegar a esa pregunta hay que explorar la comunicación en especies más distantes, para averiguar si se trata de una característica de los simios o es algo que se comparte con otras especies altamente sociales, como los elefantes o los cuervos.

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