El fin de los conductores está a la vuelta de la esquina. Los camiones autónomos están cambiando rápidamente la industria de los Estados Unidos.
¿Conoces esa señal universal que hacemos a los camioneros con la esperanza de que hagan sonar sus bocinas de aire? Pues en el futuro oirás muchos menos bocinazos. Y con razón. La ausencia de un conductor real en la cabina hará que esos enormes vehículos sean más silenciosos que nunca. Podemos centrarnos en el coche autoconducido, pero el transporte autónomo no es una cuestión de “si pasará”, es un “cuándo pasará”. Y el cuándo llegará antes de lo que cabría esperar.
Tal y como revela este reportaje de AP News, algunas empresas han estado probando en silencio sus prototipos en carreteras públicas. Ahora mismo hay una carrera de alta velocidad en la que se enfrentan los sospechosos habituales -Google y Tesla y otras empresas tecnológicas mundiales- y las nuevas empresas que huelen la oportunidad. Los semirremolques sin conductor convulsionarán el sector del transporte por carretera y a los dos millones de conductores estadounidenses que cada día giran una llave y maniobran su gran camión. Y los ganadores de esta carrera, pueden estar preparados para ganar miles de millones de dólares: cambiarán la red de transporte de Estados Unidos; y emergerán como los nuevos reyes de la carretera.
Los fabricantes de vehículos siempre intentan ir más allá de los límites, y el próximo paso en el futuro podrían ser los remolques autoconducidos. La empresa Aurora Innovation Inc, con sede en Pittsburgh, se dispone a introducir en EE.UU. los remolques autoconducidos tras una primera prueba con éxito de un camión de 18 ruedas. En las pruebas avanzadas se condujo el enorme camión por una pista de pruebas de tres carriles junto al río Monongahela, donde tomó una curva. No había nadie a bordo.