Las autoridades sanitarias de la India cerraron escuelas, oficinas y medios de transporte público, y están realizando pruebas a cientos de personas en un esfuerzo por rastrear y contener un brote del virus Nipah que mató a dos personas, pero que puede llegar a matar a tres de cada cuatro personas infectadas, y que fue señalado por los expertos como susceptible de sembrar una nueva pandemia.

El Nipah es un virus raro y potencialmente mortal que se descubrió por primera vez en 1999 tras un brote entre cerdos y criadores de cerdos en Malasia y Singapur.

El Nipah es un virus zoonótico, es decir, que puede transmitirse de animales a humanos, y puede infectar a las personas por contacto directo con animales infectados o sus fluidos corporales, o tras ingerir alimentos contaminados, como productos de fruta contaminados con orina o saliva de murciélagos infectados.

También se notificaron casos de transmisión de Nipah entre humanos durante brotes anteriores, sobre todo entre familiares y cuidadores de personas infectadas.

La palabra de la OMS
Según la Organización Mundial de la Salud, los síntomas en humanos suelen aparecer entre unos días y dos semanas después de la infección, aunque se registraron periodos de hasta 45 días y es posible que las personas sean infecciosas durante este tiempo (la OMS afirma que los cerdos son “altamente contagiosos” durante este periodo de incubación).

Los síntomas de Nipah suelen empezar con fiebre, dolor de cabeza y signos de enfermedad respiratoria, como tos, que pueden empeorar rápidamente a inflamación cerebral (encefalitis) y convulsiones que llevan al coma en uno o dos días.

Entre el 40% y el 75% de las personas infectadas con Nipah mueren a causa del virus, según las estimaciones de los organismos sanitarios, y la tasa específica dependerá del brote y de la solidez de los sistemas médicos locales que gestionen la enfermedad (se notificaron afecciones neurológicas a largo plazo, como convulsiones y cambios de personalidad, entre quienes se recuperan de la encefalitis).

Las autoridades sanitarias del estado meridional indio de Kerala se apresuran a rastrear y contener un brote de Nipah que ya mató a dos personas y hospitalizó a otras tres.

Según las noticias, los trabajadores de salud pública realizaron pruebas a cientos de trabajadores y se cerraron o suspendido las escuelas, los edificios gubernamentales, las instituciones religiosas, el transporte público y las oficinas públicas en las zonas de riesgo para frenar la posible propagación.

Cuatro brotes en cinco años
Es el cuarto brote en el estado desde 2018 y los expertos advierten que el área podría estar en riesgo particular de propagación del virus dada la destrucción de los hábitats naturales de los murciélagos por los humanos en la región.

Los murciélagos frugívoros, también conocidos como zorros voladores, son los huéspedes naturales del Nipah. El Nipah pertenece al mismo grupo de virus que varios patógenos que causan enfermedades en los seres humanos, como el sarampión y las paperas.

La infección no parece causar una enfermedad perceptible en los murciélagos frugívoros, pero se sabe que el virus infecta a una amplia gama de huéspedes -incluidos seres humanos, cerdos, ovejas, cabras, caballos, gatos y perros- y se documentó que causó una enfermedad grave al menos en seres humanos y cerdos en brotes pasados.

Su capacidad para infectar a una gran variedad de huéspedes puede hacer más difícil a los expertos en salud pública seguir la pista y contener su propagación. Anteriormente se notificaron brotes de Nipah en Bangladesh e India -los principales lugares donde se registró la enfermedad desde 2001-, así como en Malasia, Filipinas y Singapur. Entre 1998 y 2015, se registraron unos 600 casos de Nipah, según la OMS.

No hay medicamentos ni vacunas autorizados contra el virus Nipah ni en humanos ni en animales. El tratamiento de los infectados se limita a cuidados de apoyo y a tratar síntomas específicos a medida que aparecen. Algunas terapias inmunológicas a base de anticuerpos monoclonales se encuentran en las primeras fases de los ensayos clínicos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

El tratamiento antivírico remdesivir, ya utilizado en humanos para otras enfermedades, también resultó eficaz cuando se administró tras la exposición al virus en estudios con animales, según los CDC. También existe una vacuna contra el virus Hendra, pariente cercano del Nipah, disponible para caballos en Australia que parece ofrecer cierto grado de protección contra la infección por Nipah.

La OMS designó el Nipah patógeno prioritario para la investigación y el desarrollo urgentes, una de las 10 enfermedades que la agencia considera con potencial para sembrar la próxima pandemia para la que tenemos pocas o ninguna contramedida.

Otras enfermedades de esa lista son tres causadas por coronavirus -Covid-19, Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS) y Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS)-, el zika, el ébola, Marburgo, la fiebre de Lassa, la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo y la fiebre del Valle del Rift.

La OMS, que afirma que su lista no es exhaustiva, también incluye la “Enfermedad X” como patógeno potencialmente pandémico, un apodo para un patógeno del que no se sabe actualmente que cause enfermedades en humanos pero que, sin embargo, podría desencadenar un brote en el futuro.

Diagnosticar el Nipah puede ser complicado debido a sus síntomas inespecíficos y a un periodo de incubación potencialmente largo (el tiempo que transcurre entre la infección y la aparición de los síntomas).

Según el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades, el Nipah “con frecuencia se diagnostica mal al principio”. Durante las primeras fases de la enfermedad, las pruebas genéticas de material del paciente pueden revelar una infección -del mismo modo que las pruebas PCR de Covid-19- y las pruebas de anticuerpos pueden utilizarse en fases posteriores, aunque el acceso a la tecnología y los protocolos de seguridad necesarios para las pruebas pueden no estar disponibles en todas las partes del mundo.

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