La alta representante de Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE), Kaja Kallas, admitió este sábado la “frustración” y el “dolor” de los ministros europeos por no poder hacer más para frenar la catástrofe humanitaria en Gaza, donde más de 63 mil personas han muerto y 159 mil resultaron heridas desde el inicio de la ofensiva israelí.

Tras la reunión informal de cancilleres en Copenhague, Kallas reconoció que los Estados miembros siguen divididos y sin consenso respecto a sanciones contra Israel. “No hay que endulzar la realidad: está claro que los Estados miembros no se ponen de acuerdo sobre cómo conseguir que el Gobierno israelí cambie de rumbo”, señaló.

La jefa de la diplomacia europea subrayó que la UE es el mayor proveedor de ayuda humanitaria a Gaza y el principal sostén financiero de la Autoridad Palestina, pero advirtió que estas acciones resultan insuficientes mientras los Veintisiete permanezcan atados al requisito del consenso en política exterior.

“La falta de una voz unificada para imponer sanciones a Israel no solo mina la credibilidad de Europa en el mundo, también erosiona la confianza de los propios ciudadanos europeos”, admitió Kallas, quien llamó a revisar los mecanismos de toma de decisiones en el Consejo de Asuntos Exteriores.

En julio pasado, la Comisión Europea intentó limitar la participación de Israel en el programa científico Horizonte, con implicaciones de doble uso civil y militar, pero la propuesta naufragó por falta de apoyos.

La división interna y la parálisis diplomática contrastan con la magnitud de la tragedia en Gaza, donde la población civil sigue siendo la principal víctima de la ofensiva israelí.

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