La Secretaría de Salud (SESA) del estado de Querétaro informa que, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la lumbalgia es la presencia de dolor en la región lumbar del borde inferior de las costillas a los glúteos. Puede durar poco tiempo (aguda: menos de 6 semanas), algo más (subaguda: 6 a 12 semanas) o mucho tiempo (crónica: más de 12 semanas), y se puede presentar a cualquier edad y casi todas las personas la padecen al menos una vez en la vida.

En 2020 la lumbalgia afectó a 619 millones de personas en todo el mundo y se estima que el número de casos aumente a 843 millones para 2050, debido en gran medida al aumento y envejecimiento de la población. Además a nivel mundial es la principal causa de discapacidad y también es la afección en que la rehabilitación puede beneficiar al mayor número de personas.

La lumbalgia dificulta el movimiento y afecta la calidad de vida y el bienestar mental, y puede limitar las actividades laborales y la interacción con familiares y amigos. Hay de dos tipos:

  • Específica: hay presencia de dolor ocasionado por alguna enfermedad o problema estructural de la columna vertebral, o bien, dolor que irradia desde otra parte del cuerpo.
  • Inespecífica: no se puede precisar una enfermedad concreta o una causa estructural para explicar el dolor. Alrededor del 90 por ciento de los casos corresponden a este tipo de lumbalgia.

Se presenta como un dolor sordo o agudo y también puede ocasionar que se irradie a otras partes del cuerpo, sobre todo las piernas. En los casos que restringe el movimiento, puede afectar la participación en el trabajo, la escuela y la comunidad. Asimismo, puede ocasionar trastornos del sueño, estado de ánimo deprimido y angustia. Es importante acudir a consulta médica para diagnóstico y tratamiento.

Mejorar el estado físico, así como aprender y practicar cómo utilizar el cuerpo puede ayudar a prevenir el dolor de espalda. Para mantener la espalda fuerte y saludable, se recomienda lo siguiente:

  • Realizar ejercicio: Las actividades aeróbicas regulares de bajo impacto, aquellas que no tensan ni sacuden la espalda, pueden aumentar la resistencia y la fuerza de la espalda, así como permitir que los músculos funcionen mejor. Caminar, andar en bicicleta y nadar son buenas opciones. Cuando ya se tiene diagnóstico de lumbalgia se debe revisar con el profesional de la salud sobre las actividades que se pueden llevar a cabo.
  • Desarrollar fuerza y flexibilidad muscular: Los ejercicios para los músculos del abdomen y de la espalda, que fortalecen el tronco del cuerpo, ayudan a acondicionar estos músculos para que sostengan bien la espalda.
  • Mantener un peso saludable: El peso extra puede debilitar los músculos abdominales, causar problemas de la pelvis y la columna vertebral y contribuir al dolor lumbar y dañar la postura.
  • Dejar de fumar: El dolor en la parte baja de la espalda aumenta con la cantidad de cigarrillos que se fuman al día. Por lo tanto, dejar de fumar reduce el riesgo.
    • Evitar los movimientos de rotación o distensión sobre la espalda.

Para utilizar de forma correcta el cuerpo, es importante realizar lo siguiente:

  • Mantener una buena posición al estar de pie. No encorvarse. Una buena postura puede reducir la tensión sobre los músculos de la espalda.
  • Sentarse bien: Elegir un asiento que ofrezca buen apoyo para la zona lumbar o parte baja de la espalda. Mantener las rodillas al nivel de la cadera. Cambiar de posición con frecuencia, como mínimo cada media hora.
  • Levantar peso de forma correcta: En la medida de lo posible, evitar levantar cargas pesadas. Si se requiere hacerlo, realizarlo de tal modo que la fuerza la ejerzan las piernas. Mantener la espalda recta, no encorvada, y flexionar solo las rodillas. Colocar el objeto cerca del cuerpo. Si el objeto es pesado o resulta incómodo levantarlo, buscar a alguien que lo ayude.
Shares: