Rusia declaró estado de emergencia en la región de Kursk, el miércoles 7 de agosto, mientras sus militares siguen combatiendo por tercer día consecutivo las incursiones transfronterizas. Las autoridades ucranianas han guardado silencio sobre la operación, pero han anunciado la evacuación obligatoria de miles de personas en una zona situada justo al otro lado de la frontera de Kursk.

Las fuerzas rusas luchan contra las tropas procedentes de Ucrania por tercer día, el jueves 8 de agosto, después de que estas irrumpieran en la frontera rusa en la región de Kursk, un audaz ataque contra la mayor potencia nuclear del mundo que ha obligado a Moscú a recurrir a las reservas.

En uno de los mayores ataques contra Rusia en los dos años de guerra, alrededor de 1.000 tropas desde Ucrania irrumpieron en la frontera rusa en las primeras horas del 6 de agosto con tanques y vehículos blindados, cubiertos en el aire por enjambres de drones y artillería, según funcionarios rusos.

Esto provocó la evacuación de varios miles de civiles debido a los combates, dijeron fuentes oficiales.

El jueves, 8 de agosto, las agencias de noticias rusas informaron que el Ministerio de Defensa de Rusia había impedido el avance ucraniano en la región de Kursk.

Rusia dijo que lanzó fuego aéreo y de artillería para repeler el ataque, enviando rápidamente refuerzos a la región para impedir el avance de Ucrania.

Está disparando indiscriminadamente con diversos tipos de armas, incluidos cohetes, contra edificios civiles, casas residenciales y ambulancias

Ucrania no ha reivindicado la autoría del ataque, el más grave en meses.

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