El presidente de Argentina, Javier Milei, afirmó que el país ha dejado atrás la recesión económica y empieza a mostrar signos de recuperación, pese a que la pobreza continúa afectando a un 52.9% de la población, una de las cifras más altas en la historia reciente del país. En un discurso ante empresarios, Milei expresó que “el intervalo de dolor terminó” y que Argentina se encuentra en una senda de crecimiento, aunque reconoció el impacto severo de las medidas de ajuste fiscal que su gobierno implementó.

Desde su toma de posesión en diciembre pasado, el mandatario ultraliberal ha puesto en marcha políticas drásticas para reducir el déficit fiscal, lo cual ha implicado recortes significativos en áreas como las jubilaciones, el sector educativo y en la administración pública, con miles de despidos. Fiel a su estilo directo, Milei se refirió al impacto de estos recortes como una “motosierra” aplicada a las cuentas públicas.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), algunos sectores de la economía han empezado a mostrar signos de leve recuperación. La producción industrial registró un crecimiento del 2.6% en septiembre respecto al mes anterior, y la construcción creció un 2.4% en comparación con agosto. Sin embargo, estos indicadores presentan una caída interanual del 6.1% y el 24.8%, respectivamente.

El mandatario también destacó una moderación de la inflación, que bajó a un 3.5% mensual en septiembre, aunque la tasa anual se mantiene alrededor del 200%, una de las más altas a nivel global. Milei justificó el ajuste severo realizado en los primeros meses de su gestión como un “esfuerzo que debe implicar progreso, porque si no, no es sacrificio, es martirio.”

Milei prometió que, aunque el camino de recuperación es gradual, cada día Argentina estará “un poco mejor que el anterior”. Sin embargo, el contexto de pobreza que enfrenta el país sigue siendo alarmante, con un aumento de 11.2 puntos porcentuales en el índice de pobreza respecto al primer semestre del año pasado. A pesar de este panorama, el gobierno ha mantenido algunos subsidios focalizados en la infancia y los sectores más vulnerables, mientras que el Banco Mundial prevé una contracción económica del 3.5% para este año y un posible crecimiento del 5% para el siguiente.

El presidente concluyó su discurso con un mensaje optimista, comprometiéndose a hacer de Argentina una nación “cada día más próspera”. Sin embargo, el impacto de sus políticas, especialmente en los sectores más desprotegidos, plantea grandes desafíos para alcanzar esta ambiciosa promesa.

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