La imponente Peña de Bernal, uno de los monolitos más grandes del mundo, ha sido mucho más que un atractivo turístico en Querétaro; también ha servido como un escenario cinematográfico que guarda historias del cine mexicano. En 1958, esta maravilla natural se convirtió en parte del paisaje dramático de La Cucaracha, dirigida por el legendario Ismael Rodríguez.
La película, considerada un clásico del cine mexicano, reunió a un elenco estelar que incluyó a Dolores del Río, María Félix, Emilio “El Indio” Fernández, Pedro Armendáriz, Antonio Aguilar e Ignacio López Tarso. Estas figuras, íconos del cine de oro, dieron vida a una historia apasionante enmarcada en la Revolución Mexicana.
La Cucaracha es un relato de pasiones, lealtades y enfrentamientos que captura la complejidad de este periodo histórico. La Peña de Bernal, con su majestuosidad, sirvió como un telón de fondo que aportó profundidad visual a los conflictos y amores que se desarrollan en la trama.
El director Ismael Rodríguez encontró en la Peña de Bernal el escenario ideal para reflejar el espíritu indomable de los personajes y de la Revolución misma. Las escenas filmadas en este paraje logran transmitir tanto la belleza como la dureza del entorno, subrayando el drama humano que se vive en la película.
Durante el rodaje, la región no solo recibió a las luminarias del cine nacional, sino que también se vio envuelta en la emoción de ser parte de una producción tan significativa. Los habitantes locales contribuyeron como extras, dando autenticidad a las escenas y dejando un legado que aún se recuerda con orgullo en la comunidad.
Un clásico que revive la memoria de Querétaro
Hoy, la Peña de Bernal no solo es un símbolo de Querétaro, sino también un emblema de su contribución al cine mexicano. Películas como La Cucaracha inmortalizan tanto a las figuras que las protagonizan como a los paisajes que las inspiran, recordándonos que la historia y la cultura pueden encontrarse en cada rincón del estado.
Al visitar la Peña de Bernal, no solo se admira su grandeza natural, sino que también se respira el aire de un pasado que quedó grabado para siempre en la pantalla grande. ¿Qué mejor manera de celebrar este ícono queretano que recordando su papel en una de las obras maestras del cine de oro mexicano?