La gobernadora demócrata de Arizona Katie Hobbs dijo este viernes que enviará soldados de la Guardia Nacional a la frontera de Estados Unidos con México porque el gobierno del presidente Joe Biden “se rehusa a hacer su trabajo”.
Hobbs, cuyo estado es un objetivo clave para los republicanos, reprendió la semana pasada a Biden, colega de partido, después de que cerraran un puerto de entrada legal, supuestamente para permitir que los funcionarios concentraran sus recursos en detener la migración ilegal.
“De nuevo el gobierno federal se rehusa a hacer su trabajo de asegurar nuestra frontera y mantener a nuestras comunidades seguras”, expresó Hobbs en su orden este viernes.
“Con esta orden ejecutiva, actúo donde el gobierno federal no lo hace”.
“Pero no podemos solos, Arizona necesita recursos y poder humano para reabrir el cruce de Lukeville, administrar el flujo de migrantes, y mantener una frontera segura, ordenada y humana”.
“A pesar de los continuos pedidos por apoyo, la administración de Biden se rehusa a enviar los desesperadamente necesarios recursos a la frontera de Arizona”.
Para su sobrevivencia económica, varias comunidades de la región dependen de la inmigración legal a través del paso Lukeville, y su cierre afecta a familias que viven a ambos lados de la frontera.
La inmigración es tema clave para los republicanos de cara a las elecciones presidenciales del año que viene, y demócratas como Hobbs, en los llamados estados “morados” por no inclinarse sólidamente a la tolda roja o a la azul, son vulnerables.
Hobbs envió la semana pasada una carta a la Casa Blanca, junto con los dos senadores del estado, el demócrata Mark Kelly y la independiente Kyrsten Sinema, pidiendo el envío de la Guardia Nacional para reabrir el cruce de Lukeville.