La opinión: Juliana Hernández Quintanar
La sociedad mexicana afronta realidades cada vez más complejas en prácticamente todas las dimensiones de su vida. El escenario económico a corto plazo no es nada alentador: inflación, desempleo y recesión asechan los bolsillos de las familias mexicanas. En el tema de seguridad los acontecimientos que vivimos todos los días explican datos preocupantes, pues según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, en marzo del 2022, el 62.2% de la población mayor a 18 años consideró que es inseguro vivir en su ciudad, no es extraño, basta echar un vistazo a las noticias todas las mañanas.
En el tema de salud emocional los diagnósticos también abruman, por exponer un solo dato, en México el 44% de los hombres y el 56% de las mujeres presentan algún síntoma de ansiedad. Todos estos temas agravados por la pandemia y en definitiva políticas ineficaces y falta de sensibilidad por parte de la federación.
Esta generación afronta grandes retos, que deben plantearse solucionar con contundencia, ¿por dónde empezar? ¿hacía donde voltear? ¿con quién aliarnos? La respuesta es irrefutable: La Familia. Por ahí debemos de empezar, ella es y debe ser nuestra mejor aliada. Max Webber afirma lo evidente: la familia nuclear, es el inicio de la sociedad, en ella surgen muchas de las problemáticas que padecemos como sociedad cuando ésta no cumple su papel formativo, de apoyo y contención, y en tanto, la familia es el principal agente de solución.
Pues en las familias es en donde pueden formarse ciudadanos participativos, responsables, justos. Es en este núcleo básico de la sociedad en donde se puede promover el deporte, la cultura y una educación integral, y de esta forma prevenir conductas de riesgo, que en ocasiones son el origen de la descomposición social.
La familia juega un papel fundamental en la formación de hombres y mujeres que sean respetuosos de la ley, pues en ella se planta la semilla de los valores sociales que repercutirán en la vida de todos, es en casa en donde se aprenden y viven las virtudes.
Está claro: con familias resilientes podemos tener también industrias fuertes y productivas, con familias unidas el tejido social se fortalece; con familias que tengan el hábito del diálogo tendremos niños, adolescentes y jóvenes empáticos, tolerantes y proactivos.
En el Ayuntamiento de Querétaro se está consciente de ello, y se trabaja con esta visión: la familia es el principal agente de desarrollo social, y por ello hay que fortalecerla por medio de políticas públicas transversales que le den herramientas para cumplir con su tarea natural.
Es por ello que se elaboró y aprobó el Programa Municipal de Fortalecimiento Familiar para el año 2022, el cual propone acciones de intervención, de formación, de investigación, y de fortalecimiento y responsabilidad familiar y comunitaria, a fin de guiar a las familias en su función de formar ciudadanos comprometidos con el Bien Común; programa que está siendo cabalmente ejecutado por el Instituto Municipal de la Familia de Querétaro.
Y es así, como Municipio y Familia, unen fuerzas para afrontar los retos actuales, para construir un futuro de certidumbre y esperanza.