La industria de la salud es una de las más importantes en México, tan sólo en 2020 reportó un monto equivalente al 6.5% del PIB nacional, de acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía (INEGI) y debido a esta relevancia, ha experimentado una rápida transformación en los últimos años, impulsada por los avances tecnológicos. Desde la elaboración de las historias clínicas electrónicas, hasta la telemedicina y los contratos con proveedores, la digitalización ha revolucionado la forma de prestar una atención más eficaz, accesible y centrada en el paciente.
El sector sanitario se enfrenta al reto de realizar todas las tareas en el menor tiempo posible ya que significa la posibilidad de desarrollar más y mejores soluciones que salvan vidas. De acuerdo con un estudio realizado por IDC y DocuSign, cada vez son más las empresas que apuestan por la digitalización de sus procesos. Según el informe, las inversiones en servicios informáticos registran un crecimiento del 7% y el gasto en Software un 10% en Latinoamérica. En general en México, en este año se estima que el gasto en TI empresarial crezca un 11.3%, cuatro veces más que el PIB, lo cual abre posibilidades para las compañías, incluidas las especializadas en salud.
Una de las innovaciones que está transformando la forma en que se realizan las operaciones en farmacéuticas, hospitales, y clínicas es la firma electrónica; el uso de la firma electrónica simplifica los procesos tediosos en papel. En los ensayos clínicos, por ejemplo, la obtención de firmas de múltiples partes interesadas, incluidos médicos, pacientes e investigadores, puede ser una tarea lenta y propensa a errores.
En el sector farmacéutico y médico, mantener la seguridad e integridad de los documentos es primordial. En este sentido, la tecnología detrás de la firma electrónica ofrece una solución sólida para la autenticación e integridad de los documentos, ya que proporciona una huella digital que verifica la autenticidad del documento. Esto reduce significativamente el riesgo de fraude, manipulación o acceso no autorizado. Además, cumple con estrictas normas de conformidad, como las de la Secretaría de Salud y la FDA, lo que garantiza la protección de datos confidenciales de pacientes e investigadores.
Casos de éxito
AstraZeneca
Ante un panorama lleno de retos y cambios, la compañía Astrazeneca está apostando por acelerar la innovación por medio de la tecnología para acelerar sus procesos y brindar una mejor experiencia al paciente. Por ello, la empresa decidió apostar por la transformación y empezó un proceso de digitalización. La firma electrónica de DocuSign fue clave para digitalizar uno de sus procesos más importantes: obtener firmas en los formularios de solicitud de proveedores. Al utilizar la firma electrónica el 85% de sus acuerdos ahora se firmaban en menos de un día, un proceso que antes tomaba días o semanas. Posteriormente, la compañía extendió la tecnología de DocuSign a sus equipos de RRHH, ventas y compras, lo cual ha aumentado en un 16% la satisfacción del cliente.
Boehringer
La farmacéutica contaba con un proceso de contratación que tardaba más de 2 semanas en completarse, además el uso del papel limitaba la transparencia y aumentaba su huella ambiental. Por ello, la empresa decidió comenzar a implementar la una firma electrónica que cumpliera con los requisitos y que se pudiera auditar en todo el mundo.
Los resultados que la empresa observó al implementar la firma electrónica fueron un aumento de 6 veces en el retorno de su inversión, una reducción del 88% de errores y una reducción del tiempo de entrega de documentos de dos semanas a tres días. Además, la empresa redujo su huella ambiental al reducir el uso del papel lo que se reflejó en un ahorro de 41 pesos.
La integración de la firma electrónica en los sectores farmacéutico y médico es un ejemplo del impacto positivo de la tecnología en la industria de la salud. Estas no sólo mejoran la seguridad y el cumplimiento, sino que también agilizan los procesos, mejoran la accesibilidad, ahorran costes y apoyan los esfuerzos de sostenibilidad.
A medida que el sector sanitario sigue evolucionando, la adopción de innovaciones tecnológicas como la firma electrónica es esencial para ofrecer una atención más eficiente y centrada en el paciente y para impulsar los avances en la investigación y el desarrollo farmacéuticos.