Una estampida de estudiantes se abre paso en la Universidad de Guayaquil. En uno de los salones, otros bloquean la puerta ante la inminente irrupción, quizás armada. Son escenas aupadas por rumores y desinformación que calan en un Ecuador en pánico por la guerra narco.

Ambos casos fueron registrados en videos compartidos miles de veces en redes sociales desde el 9 de enero, cuando una arremetida de bandas narco llevó al presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, a declarar un conflicto armado interno.

Pero nadie persiguió ese día a los estudiantes de la importante universidad de Guayaquil, ni hubo encapuchados armados intentando entrar a las aulas. “Fue un ataque de pánico generalizado”, dijo a la AFP el docente Héctor Hugo, de la facultad de Jurisprudencia de ese centro.

“Se produjo algún sonido en los exteriores, algunos entraron corriendo y el mensaje se distorsionó al pasar de boca a boca. En redes se habló incluso de un secuestro, pero no hubo tal cosa”, añadió.

En un comunicado, la universidad rechazó las “informaciones falsas difundidas” en plataformas digitales.

Pero la desinformación encontró tierra fértil en el país asolado por un narco envalentonado, que en una semana deja una veintena de muertos, cientos de rehenes en las cárceles, fugas de reclusos y ataques con explosivos.

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