La Asamblea General de la ONU tratará mañana lunes por partida doble, en dos sesiones distintas en la maña y en la tarde, la guerra en Gaza, un conflicto en el que el Consejo de Seguridad se ha mostrado prácticamente impotente debido al uso del veto por parte de Estados Unidos, que ha bloqueado en tres ocasiones resoluciones para pedir un alto el fuego.
La sesión de la mañana está precisamente dedicada a tratar el último veto introducido por Estados Unidos el pasado 20 de febrero a una resolución presentada por Argelia, con el argumento de que en ese momento el alto el fuego pondría en peligro las “delicadas negociaciones” que EE.UU. llevaba a cabo con Israel, Catar y Egipto para buscar una tregua temporal y condicionada.
El reglamento de la ONU obliga ahora al país que usa su derecho de veto -los cinco miembros permanentes del Consejo- a ofrecer sus explicaciones ante la Asamblea General en una sesión ‘ad hoc’ que en anteriores ocasiones ha servido, en el caso de la guerra de Gaza, para subrayar el aislamiento internacional de Estados Unidos en su apoyo inquebrantable a Israel.
Primera comparecencia del director de la UNRWA
Más novedad presenta la sesión de la tarde, pues será la primera vez que comparece públicamente el director de la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, después de que este organismo haya sido recusado por Israel por supuesta connivencia con Hamás y la presunta participación de doce de sus miembros en los ataques terroristas del 7 de octubre contra Israel.
Las acusaciones que Israel profirió el pasado 29 de enero hicieron que los principales donantes de esta agencia -entre ellos EE.UU., Japón o Alemania- congelaran su financiación, precisamente cuando más precaria es la situación de los palestinos en Gaza y ya empiezan a registrarse muertes por inanición.
Aquellas acusaciones hicieron que la ONU pusiera en marcha dos investigaciones: una específica sobre los doce agentes acusados por Israel, emprendida por el departamento de Asuntos Internos, y otra paralela sobre el funcionamiento en general de la UNRWA, esta última encargada a una comisión presidida por la exministra francesa de Exteriores, Catherine Colonna.
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha declarado en varias ocasiones que la UNRWA es “el pilar de la respuesta humanitaria en Gaza” y que su penetración en la sociedad gazatí la convierte en prácticamente insustituible, y ha llamado a los estados que retiraron su financiación a reconsiderar esa decisión.
Mientras tanto, el acoso de Israel sobre la agencia continúa y la pasada semana el embajador israelí ante la ONU fue aún más lejos y dijo en el Consejo de Seguridad que el 12 % de sus empleados son miembros de Hamás, y al menos 236 de ellos “son terroristas activos en esta organización, lo que prueba que la UNRWA es parte de la máquina de terror de Hamás”.