En un adelanto de sus memorias 107 Días, la exvicepresidenta Kamala Harris reconoce que fue “una imprudencia” permitir que Joe y Jill Biden decidieran por su cuenta si el entonces presidente debía buscar la reelección en 2024.

“‘Es decisión de Joe y Jill’. Todos lo decíamos como un mantra, como si estuviéramos hipnotizados. Lo que estaba en juego era demasiado alto”, escribe Harris en el primer extracto publicado por The Atlantic.

En el libro, Harris acusa al equipo de Biden de no apoyarla y de incluso frenar su visibilidad pública. “Cuando las encuestas indicaban que yo me volvía más popular, a la gente que lo rodeaba no le gustaba el contraste”, señala, al insistir que su éxito debía ser visto como una garantía de continuidad para el país ante las dudas por la edad del presidente.

Harris admite que su lealtad fue un lastre para su campaña presidencial, especialmente cuando en octubre de 2023 respondió en The View que no habría hecho nada diferente a Biden, comentario que fue usado en su contra por Donald Trump y sus aliados.

Sobre la edad del presidente, escribe: “En su peor día, era más capaz y compasivo que Trump en su mejor día. Pero a los 81, Joe se cansaba”. Aun así, descarta que hubiera sido incapaz de gobernar.

Las memorias, que salen a la venta en dos semanas, también revelan que Harris se sintió desprotegida por la Casa Blanca en temas como la migración en Centroamérica, donde —dice— cargó con la culpa de la crisis fronteriza sin apoyo de comunicación política para explicar sus avances.

La relación entre Harris y Biden, marcada por momentos de cooperación y tensión desde las primarias de 2019, cerró con un amargo recuerdo: “Pasaron casi nueve minutos de los 11 que duró el discurso [de Biden para anunciar su retiro] antes de que me mencionara”, escribe.

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