Hermosillo, Sonora. A solo ocho días de ser deportado de Estados Unidos, el boxeador Julio César Chávez Jr. reapareció públicamente entrenando en un gimnasio de Hermosillo, donde se reencontró con su padre en un emotivo abrazo. Mientras retoma su rutina, enfrenta un proceso judicial en México por presuntos vínculos con el narcotráfico y tráfico de armas.

Un juez de Hermosillo abrió el pasado 23 de agosto un proceso penal en su contra, pero le permitió continuar el caso en libertad mientras avanza la investigación. La imputación, según su abogado Rubén Fernando Benítez, es por delincuencia organizada “en la modalidad de participación sin funciones de dirección, liderazgo o supervisión”, y se le atribuye actuar como “golpeador” dentro de una organización criminal dedicada al tráfico ilegal de armas hacia Estados Unidos.

Chávez Jr. niega los cargos y asegura que está dispuesto a colaborar con la investigación. La Fiscalía General de la República (FGR) inició la investigación en 2019 como parte de un caso más amplio contra el Cártel de Sinaloa.

El boxeador fue deportado el 18 de agosto tras ser detenido en Los Ángeles por permanecer en Estados Unidos con visa vencida y por presuntas declaraciones fraudulentas en su solicitud. Al llegar a México fue detenido debido a una orden de aprehensión vigente desde marzo de 2023.

De acuerdo con su defensa, la investigación concluirá el 25 de noviembre y, posteriormente, el juez podrá valorar si el caso continúa hacia juicio. Chávez Jr. permanecerá en libertad bajo medidas cautelares: no puede salir del país sin autorización judicial ni acercarse a personas relacionadas con la investigación, y podrá residir en su casa en Culiacán, Sinaloa.

Benítez aseguró que hasta ahora solo dos pruebas lo mencionan directamente: una escucha telefónica y publicaciones en redes sociales que, afirma, no realizó. El abogado criticó que la Fiscalía no haya incluido a otros presuntos integrantes del grupo criminal.

Mientras el proceso continúa, Chávez Jr. ha retomado su entrenamiento y mantiene una actitud “fuerte e íntegra”, según su defensa.

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