El primer ministro iraquí, Mohamed Shia al Sudani, instó este miércoles a una mayor cooperación económica y en favor de la seguridad entre su país e Irán, en una reunión en Bagdad con el presidente iraní, Masud Pezeshkian, cuyo país tiene gran influencia sobre grupos políticos chiíes iraquíes.

Al Sudani, según un comunicado de su oficina de prensa, destacó ante Pezeshkian “la importancia de la acción bilateral entre los dos países para hacer frente a los desafíos económicos y de seguridad” que afrontan los dos países, y “de modo que sirva a la estabilidad y el desarrollo”.

El presidente iraní, que llegó este miércoles al vecino Irak en su primer viaje al exterior desde que tomó posesión en julio, aseguró por su parte “el interés de la República Islámica en reforzar los lazos con Irak y seguir adelante con el plan de cooperación y la firma de memorandos de entendimiento”.

Irak, cuya población es mayoritariamente chií, es aliado de Estados Unidos aunque mantiene un especial acercamiento con Irán, que ha ido reforzándose desde el derrocamiento del gobierno suní del expresidente iraquí Sadam Husein en 2003.

Pese a ser un acérrimo enemigo de Washington, Irán -líder de la secta chií del islam- ha ido reforzando su relación en los últimos años con el Gobierno de Bagdad, así como con grupos chiíes iraquíes que participaron en la lucha contra el grupo terrorista suní Estado Islámico (EI) hasta la derrota territorial de éste en Irak, en 2017.

Varias de esas formaciones iraquíes han sido integradas en las fuerzas de seguridad y en el Ejército de Irak.

Desde que comenzó la guerra en la franja palestina de Gaza, en octubre pasado, varias milicias chiíes iraquíes proiraníes revindicaron el lanzamiento de proyectiles hacia Israel y contra bases en Irak y Siria con presencia militar estadounidense.

EE.UU., líder de una coalición militar que asesoró a Bagdad en su lucha contra el EI, respondió en varias ocasiones a esos ataques con bombardeos contra las que calificó como bases de milicias proiraníes en Irak, lo que fue condenado por el Gobierno de Bagdad.

Ante esa situación, y bajo presiones de grupos parlamentarios iraquíes, el Gobierno de Bagdad mantiene desde hace varios meses un diálogo con EE.UU., para acordar su retirada del territorio iraquí.

La escalada de tensión entre Irán e Israel por el asesinato en julio pasado en Teherán del líder del grupo islamista palestino Hamás, Ismail Haniyeh, atribuido al Estado judío, ha llevado a Bagdad a anunciar el aplazamiento de una eventual retirada estadounidense de Irak.

Durante su presencia en Bagdad, Pezeshkian fue recibido también por su homólogo iraquí, Abdelatif Rachid, y asistió con Al Sudani a la firma de 14 acuerdos de cooperación en varios ámbitos, incluidos telecomunicaciones, turismo y comercio.

El presidente de Irán, país que suministra a Irak electricidad y gas -pese a estar bajo sanciones de EE.UU. desde 2018- tiene previsto visitar el Kurdistán iraquí (norte), según medios iraníes.

Irán e Irak firmaron el año pasado un acuerdo de seguridad después de que Teherán atacase a grupos opositores kurdos en suelo iraquí.

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