La administración municipal de Querétaro, encabezada por Felifer Macías, ha intervenido 75 establecimientos por diversas irregularidades, según reportes de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Querétaro (SSPMQ). Sin embargo, estas acciones, que forman parte del llamado “Plan Orden”, han despertado cuestionamientos sobre su eficacia, transparencia y criterios de aplicación.
Desde el 1 de octubre de 2024, las autoridades municipales, en coordinación con Protección Civil y la Dirección de Inspección, han realizado revisiones en al menos 130 negocios de distintos giros. De estos, 42 han sido suspendidos con o sin aseguramientos y 33 han sido clausurados por faltas administrativas que van desde la venta de alcohol sin permisos hasta el incumplimiento de medidas de seguridad.
Si bien los dispositivos responden a reportes ciudadanos realizados al 911 y al 089 sobre actividades sospechosas en bares, restaurantes, talleres mecánicos y otros negocios, las quejas y reportes generados por la ciudadanía son mucho mayores a los operativos quue llegan a término, además de la falta de información detallada sobre los criterios de intervención genera dudas.
Más allá del discurso oficial que enfatiza la seguridad y el orden, es necesario que la administración municipal brinde mayor claridad en los procesos de inspección y sanción. La transparencia y la rendición de cuentas son clave para evitar que estas acciones sean percibidas como herramientas discrecionales de presión o como simples medidas de imagen pública.
En una ciudad en constante crecimiento y con una actividad comercial diversa, las estrategias de control deben estar respaldadas por criterios objetivos y verificables. De lo contrario, el “Plan Orden” corre el riesgo de convertirse en un mecanismo de incertidumbre para empresarios y comerciantes, en lugar de una verdadera garantía de seguridad para la ciudadanía.