Un incendio masivo destruyó gran parte del complejo residencial Wang Fuk Court, en Tai Po, Hong Kong, dejando al menos 83 muertos y cientos de desaparecidos. Más de mil personas evacuaron los edificios mientras el fuego seguía activo. La causa aún no está clara.
La policía arrestó a tres ejecutivos de una constructora por presunto homicidio involuntario, debido al uso de materiales inflamables —mallas metálicas, láminas plásticas y poliestireno— que habrían acelerado la propagación del fuego.
Residentes describieron escenas de caos y pérdidas: personas atrapadas, familias incomunicadas y cuerpos retirados del lugar. Muchos evacuados carecen de alojamiento y aseguran no haber recibido instrucciones claras del gobierno. Habitantes expresaron indignación por la respuesta oficial y la falta de despliegue aéreo para combatir el incendio.
Testimonios de afectados evidencian devastación emocional y material, con numerosos vecinos sin hogar y sin noticias de familiares. El jefe ejecutivo John Lee afirmó que se están brindando apoyos, pero residentes calificaron la actuación gubernamental como insuficiente.





