Pudo no haber sido una sorpresa la victoria de Fluminense, de Brasil, sobre Inter, de Milán (2-0) dentro de la dinámica que caracterizó a este novedoso Mundial de Clubes con varios golpes al fútbol europeo, principalmente desde Sudamérica, más puntualmente por parte de los brasileños. Sin embargo, nadie esperaba que Lautaro Martínez se descargara tras la eliminación en octavos de final como lo hizo, sin apuntar a nadie en particular, pero manifestando sin pelos en la lengua su visión de un plantel que fue desinflándose a medida que el cúmulo de títulos rozaba sus dedos, algo que terminó apenas en eso (y peor también).
El “Nerazzurro”, que comenzó a ser dirigido oficialmente por Cristian Chivu desde el comienzo de este certamen internacional, arrancó dormido el cruce con los cariocas, al punto de estar debajo del marcador desde el tercer minuto del partido. Aturdido en toda la primera mitad y más orientado en la segunda, pero sólo apenas aferrado a la inercia del empuje y a la fuerza del argentino, que tuvo en sus pies las chances más claras, en las que en alguna se topó con la mala fortuna del rechazo de uno de los palos.
Lautaro conectó de volea un centro y Fábio, arquero de Fluminense, le ahogó el gol con las piernas, a puro reflejo.
Lautaro conectó de volea un centro y Fábio, arquero de Fluminense, le ahogó el gol con las piernas, a puro reflejo. – Créditos: @Chris Carlson
La cara del capitán cuando “Flu” dio el golpe de gracia con el segundo tanto sobre el final ya parecía anunciar que se vendría algo semejante, aunque no ante una cámara, sino puertas adentro. No obstante, Lautaro llegó al micrófono, ya bañado y listo para dejar el estadio Bank of America, de Charlotte, lejos de la frialdad. A través de su clásica seriedad, se acercó con el enfado a flor de piel y la poca paciencia propia de un líder que aún permanece incrédulo por la nula reacción grupal ante tantos golpes certeros en poco tiempo, concluyendo este lunes con la fea imagen de irse de Estados Unidos tan pegado a la fase de grupos.
“Venimos de tantos golpes, este era el último objetivo que teníamos. Con las pocas fuerzas y piernas que nos quedaban pusimos el corazón en esto. Por mi parte, lo dejé todo en cada momento. No quiero perder y estoy triste por el grupo, pero hay una cosa que quiero decir, el mensaje es claro: el que quiera quedarse con nosotros, se queda y el que no, que se despida y se vaya”, lanzó el N°10. En Italia ya revelan que uno de los disgustos sería contra el turco Hakan Çalhanoglu.