El sacerdote mexicano Ernesto Baltazar Hernández Vilchis, de 43 años, quien había sido reportado como desaparecido desde el 27 de octubre, fue hallado sin vida en un río de aguas negras del municipio de Nextlalpan, informó este jueves la Fiscalía General de Justicia del central Estado de México (FGJEM).

En un comunicado, las autoridades confirmaron que el presbítero fue víctima de homicidio y detallaron que dos personas fueron detenidas por su presunta participación en el crimen, mientras que una mujer más cuenta con orden de aprehensión vigente.

Los arrestados fueron identificados como María Fernanda ‘N’ y Brandon Jonathan ‘N’, detenidos en el municipio de Cuautitlán. Ambos fueron ingresados a centros penitenciarios y quedaron a disposición de un juez.

De acuerdo con la fiscalía, los dos “intervinieron de forma dolosa, conjunta y planificada en la privación de la libertad y posterior desaparición de la víctima”.

Según las investigaciones, el sacerdote fue visto por última vez el 27 de octubre, cuando se trasladó desde su domicilio hacia un inmueble en la Unidad Habitacional Morelos, en Tultitlán, acompañado de una mujer. En el sitio ya lo esperaba Brandon Jonathan ‘N’.

Durante varias horas, el religioso convivió con ambos, ingiriendo bebidas alcohólicas y consumiendo estupefacientes, según la versión de las autoridades. En algún momento, el sujeto habría atacado al sacerdote con un objeto punzocortante, causándole la muerte.

Posteriormente, María Fernanda ‘N’, pareja sentimental de Brandon Jonathan, habría llegado al lugar para ayudar a ocultar el cuerpo, que fue envuelto en bolsas y amarrado a un sillón, de acuerdo con la FGJEM.

El 30 de octubre, los implicados trasladaron los restos hasta Nextlalpan, donde los abandonaron en un río de aguas negras.

El 11 de noviembre, tras la confesión de los detenidos, las autoridades localizaron el cuerpo, cuya identidad fue confirmada mediante pruebas forenses y genéticas en las primeras horas de este jueves.

La desaparición de Hernández Vilchis había sido denunciada por la Diócesis de Cuautitlán, que el 1 de noviembre difundió un comunicado pidiendo colaboración para su búsqueda y llamó a evitar la difusión de información no verificada.

El obispo Efraín Mendoza Cruz expresó entonces que las autoridades civiles ya realizaban diligencias conforme a los protocolos de búsqueda, y reiteró la disposición de la diócesis para colaborar “dentro del marco legal”.

El caso se suma a una serie de ataques y asesinatos de sacerdotes en México, donde la organización Diálogo Nacional por la Paz ha documentado 67 casos entre 1990 y 2024, muchos de ellos vinculados con la violencia del crimen organizado.

El sacerdote Jorge Atilano, director ejecutivo de esa iniciativa, advirtió recientemente que los grupos criminales “han extendido su control a los gobiernos locales” y han encontrado en algunas alcaldías una fuente de recursos para financiar sus operaciones.

Shares: