El instrumento perdido ha aparecido gracias a una campaña de búsqueda promovida por fans

abc.es / Suena a pequeño milagro, nunca mejor dicho. El primer bajo Höfner de Paul McCartney, un objeto pop de auténtica leyenda perdido desde hacía más de medio siglo, ha aparecido gracias la campaña de búsqueda emprendida por unos seguidores que abrieron la página web The Lost Bass Project (TLBP) para compartir pistas e información que llevara a su paradero. ¿Y dónde demonios estaba? Se pregunta ahora todo el mundo. Pues tan sólo a unos pocos cientos de kilómetros del lugar donde desapareció. Agárrense que la historia da para película.

El equipo detrás de TLBP, formado por Nick Wass, ex director de marketing y desarrollador de guitarras eléctricas de Höfner, y el matrimonio Scott y Naomi Jones, ambos periodistas, descubrió en octubre que el bajo había sido robado de un camión en el barrio londinense de Notting Hill en 1972. Esto cambio por completo su investigación inicial, ya que anteriormente se creía que el Höfner había sido robado de la sede del Apple Corps de los Beatles en Savile Row en enero de 1969 durante las sesiones de ‘Get Back’, que culminaron con la última presentación en vivo de la banda, en el mítico concierto en la azotea del edificio.

Fue uno de los antiguos ingenieros de sonido de McCartney, Ian Horne, quien se puso en contacto con Lost Bass Project y les habló sobre el robo. Según Horne, el bajo fue sisado de la parte trasera del camión, que había sido alquilado para ayudar a mover algunos equipos mientras McCartney y su banda Wings se preparaban para una próxima gira y grababan el álbum ‘Red Rose Speedway’. «Sabía que era el bajo Höfner original de Paul el que había sido robado, y sabía lo que significaba para él», dijo Horne a THLBP en un correo electrónico. «Trevor [Jones, el otro ingeniero de sonido de McCartney en ese momento] y yo hicimos todo lo que pudimos para encontrarlo, pero ya no estaba. Al final, tuvimos que ir a la casa de Paul en Cavendish Avenue y decirle que el equipo había sido robado de la parte trasera del camión a pesar de que tenía candado. Entramos en la habitación, se lo contamos y nos dijo que no nos preocupáramos, que conservábamos nuestros trabajos. Es un buen hombre, Paul. Trabajé para él durante seis años después de que el bajo desapareció. Pero yo he cargado con la culpa toda mi vida».

Increíblemente, The Lost Bass Project logró localizar al autor del robo y también a la persona a la que se lo vendió, el propietario de un pub de Notting Hill. «Revisando viejos archivos pudimos averiguar quién era y luego obtuvimos más información sobre lo que pasó después, quién tenía el bajo y qué se hizo con él. Pudimos rastrear el bajo a lo largo de los años», cuentan los fans investigadores.

Una campaña de publicidad en la prensa británica hizo el resto, ya que «alguien que vivía en una casa adosada en la costa sur de Inglaterra vio el anuncio, y recordó un viejo bajo que estaba en su ático, lo sacó de ahí y se dio cuenta de que era el Höfner que buscábamos… ¡Y en cuestión de días estaba de vuelta con Paul McCartney!», explican desde TLBP, sin revelar la cuantía del pago que seguro hubo de por medio. «El bajo está completo y aún con su estuche original», añaden estos detectives pop. «Necesitará algunas reparaciones para que que se pueda tocar con él, pero un equipo de profesionales podrá realizarlas fácilmente. El bajo ha sido autentificado por Höfner y Paul está increíblemente agradecido con todos los involucrados».

Tal como informa The Guardian, un estudiante llamado Ruaidhri Guest dice haber sido el último poseedor de la reliquia. El joven ha compartido una fotografía del instrumento en las redes sociales explicando que lo había «heredado» y que ya había sido «devuelto» a su dueño original.

McCartney dejó de usar los bajos Höfner -muy reconocibles por su forma de violín- hasta 1987, cuando Elvis Costello le animó a recuperarlos en sus conciertos y grabaciones. «Lo había aparcado. Pensé que ya se me había quedado pequeño. pero empecé a tocarlo de nuevo y nunca miré atrás. Es genial que Elvis [Costello] me animara a sacarlo», relató el ex Beatle a la revista Guitar World.

El Höfner que ahora ha recuperado, modelo 500/1 de 1961, será probablemente el de mayor valor sentimental para él. Lo compró ese mismo año en Hamburgo por 30 libras (el equivalente a 800 de hoy) cuando viajaron a la ciudad alemana para curtirse en el Top Ten Club, y fue el que utilizó en los primeros conciertos del grupo en el Cavern Club de Liverpool, y también en los dos primeros álbumes de los Beatles. Nick Wass asegura que el bajo ahora podría valorarse «como un Van Gogh o un Picasso, más que simplemente como un instrumento».

«Estamos muy orgullosos de haber desempeñado un papel importante en la búsqueda del Bajo Perdido», celebran en la web de TLBP. «Ha sido un sueño desde 2018, que se ha hecho realidad. A pesar de que muchos nos dijeron que se había perdido para siempre o había sido destruido, persistimos hasta que volvió a estar donde pertenece. Queremos agradecer a todos los que ayudaron con la búsqueda, a todos los que nos enviaron pistas e ideas y a muchos que simplemente querían brindarnos su apoyo. Muchas gracias a todos. ¡Lo hicimos! ¡Hemos resuelto el mayor misterio en la historia del rock and roll!».

Curiosamente, no es la primera vez que se produce un hallazgo de este calibre. En 1963, la guitarra que John Lennon usó para escribir ‘I Want to Hold Your Hand’ desapareció durante el espectáculo navideño de la banda en Finsbury Park, y reapareció 51 años después (exactamente lo mismo que el Höfner de Macca) vendiéndose por 2,4 millones de dólares en una subasta.

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