Durante su participación virtual en el Foro Finanzas Sostenibles MX25, realizado en el Papalote Museo del Niño, la subsecretaria de Hacienda, María del Carmen Bonilla, destacó que la deuda soberana es uno de los pilares centrales de la estrategia de sostenibilidad del Gobierno Federal.

“La deuda sostenible se ha convertido en un instrumento clave porque nos permite financiar proyectos verdes y sociales, al mismo tiempo que generamos un benchmark para el mercado”, afirmó Bonilla, quien recientemente asumió el cargo tras cinco años de experiencia en la Unidad de Crédito Público.

La funcionaria recordó que México ha sido pionero en la emisión de bonos etiquetados. “Ya logramos consolidar una curva de rendimiento revisable y estamos en proceso de desarrollar la curva a tasa fija, lo cual dará mayor profundidad al mercado”, indicó. Esto, explicó, brinda referencias claras para la banca de desarrollo, la banca comercial y los corporativos interesados en financiar proyectos sostenibles.

En su visión, la estrategia de finanzas sostenibles descansa en dos pilares: la deuda y la taxonomía mexicana. “Necesitamos una mayor vinculación entre ambas. La primera nos da acceso a capital y la segunda nos permite definir criterios claros para identificar proyectos sostenibles”, subrayó.

Sobre la transición energética, Bonilla advirtió que el proceso no puede ser inmediato. “La palabra clave es gradualidad. Habrá activos de transición y debemos medirlos con métricas como toneladas de carbono equivalente o megawatts hora”, puntualizó.

Asimismo, adelantó que Hacienda trabaja en la creación de un repositorio de información para alinear las métricas del Plan Nacional de Desarrollo con criterios más detallados. “El objetivo es medir, reportar y dar transparencia”, agregó.

Respecto a los compromisos internacionales, aseguró que la estrategia mexicana se encuentra alineada con la Agenda 2030, el Acuerdo de París y el Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal.

En un diálogo moderado por Guillermo Zamarripa, presidente de Amafore, la subsecretaria reconoció avances en grandes corporativos, pero señaló que el reto persiste en medianas y pequeñas empresas. “El gran desafío es lograr que empresas de menor tamaño incorporen la sostenibilidad en su gestión”, sostuvo.

Bonilla cerró su intervención reafirmando la relevancia de la deuda sostenible como catalizador de inversiones: “La deuda no es únicamente un mecanismo de financiamiento, es una herramienta de política pública que puede impulsar infraestructura más limpia, energías renovables y proyectos que reduzcan la huella de carbono”.

Shares: