Al hacer uso de la palabra, el ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Alberto Pérez Dayán, en representación de la Ministra Norma Lucía Piña Hernández, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, refirió que nuestra Carta Magna ya con 107 años de vida es el resultado de un largo proceso de sedimentación social con raíces en los principios del movimiento independentista.

Expuso que la Constitución es una ley fundamental y así debe ser considerada por los jueces; indicó que el Poder Judicial entiende que por encima de la Constitución no hay Poder alguno, nada, ni nadie, y llamó a no permitir que esto se olvide o se confunda, puesto que es precisamente la Constitución federal, indicó, la que dio a la SCJN las facultades suficientes para invalidar cualquier acto que no la respete, independientemente de la fuente de la que provenga, electa o no electa, sin distinción alguna.

“Bajo estas ideas debemos coincidir todos considerando que los tres Poderes de la Unión y sus integrantes, cualquiera que sea su origen, son democráticos al surgir precisamente del propio estamento constitucional, aquí ninguno es más democrático que el otro (…) hacer cumplir la ley es uno de los actos democráticos más genuinos del servicio público, defender a la Constitución es defender al pueblo mismo”, apuntó.

Pérez Dayán afirmó que el Poder Judicial cumple su cita y da cuenta puntual de su encomienda con independencia, autonomía, honradez, imparcialidad, libre de remordimientos y siempre comprometido con su vocación democrática; no lo duden ni un momento, hay Constitución.

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