La Hispanic Society de Nueva York abrió la exposición Goya y la era de la Revolución, integrada por dos retratos militares y tres grabados de la primera edición de Los desastres de la guerra, junto con obras de seguidores del pintor que abordan los conflictos políticos y bélicos de finales del siglo XVIII.
El museo exhibe los retratos General de Brigada Alberto Foraster (1804) y Don Manuel Lapeña, luego marqués de Bondad Real (1797). En una vitrina, tres láminas de Los desastres de la guerra —habitualmente resguardadas por su fragilidad— muestran la crudeza con la que Goya registró la invasión napoleónica y sus efectos sobre civiles y soldados.
Guillaume Kientz, director de la institución, sitúa la muestra en el marco del 250 aniversario de la Declaración de Independencia de Estados Unidos. Señala a Goya como testigo directo de las revoluciones americana y francesa, y de la posterior invasión de España en 1808, episodios que definieron su mirada sobre la violencia y el poder.
Las láminas seleccionadas —Tristes presentimientos de lo que ha de acontecer, Con razón o sin ella y Qué Valor— condensan ejecuciones, agresiones de tropas francesas y acciones de resistencia protagonizadas por mujeres. El investigador Juan Gabriel Ramírez destaca la relación entre imagen y texto en cada obra, y subraya la narrativa moral que acompaña a las escenas.
La Hispanic Society sustituirá estas láminas en unos meses por otras de su acervo debido a su sensibilidad a la luz. La institución resguarda más de 800 grabados de Goya, además de dibujos y pinturas, lo que Kientz describe como una colección enciclopédica del artista.
La exposición incorpora también obras de seguidores de Goya, entre ellas un gran retrato alegórico realizado por Eugenio Lucas Velázquez, cargado de símbolos de la Revolución Francesa, la monarquía española, el papado y la Inquisición. Se suma una recreación del grabado Y no hay remedio, que será presentada en abril, y una escena militar atribuida a un artista desconocido que replica la estética del pintor.
La muestra permanecerá abierta hasta el 28 de junio de 2026 en la sede del museo, en el Alto Manhattan.






