El fin de la exención arancelaria a los paquetes pequeños en Estados Unidos ya empieza a sentirse en todo el mundo: servicios postales de Europa y Asia anunciaron que suspenderán envíos hacia ese país, lo que golpeará directamente a consumidores y empresas que dependen del comercio electrónico internacional.

La medida, conocida como de minimis, permitía que productos de hasta 800 dólares ingresaran libres de aranceles. A partir de este viernes dejó de aplicarse, en un nuevo capítulo de la política comercial de Donald Trump, que ya había excluido a China y Hong Kong de este beneficio en mayo.

Empresas como SingPost, Correos de India y la postal de Austria confirmaron que dejarán de aceptar envíos a EE. UU. desde esta semana. Lo mismo hará DHL a partir del 25 de agosto. La postal británica, Royal Mail, pausará sus envíos por lo menos dos días mientras ajusta sus sistemas a las nuevas reglas.

El problema es que todavía no hay claridad sobre los procedimientos aduaneros, lo que ha puesto en jaque a negocios que dependen de este esquema. Se estima que solo en el último año fiscal más de 1,360 millones de paquetes de minimis cruzaron la frontera estadounidense, un promedio de 4 millones diarios.

Para muchas marcas, el cambio significa rediseñar por completo su modelo de negocio. Abbott Atelier Jewelry, en Canadá, advirtió que dejará de vender a clientes estadounidenses mientras busca alternativas. La coreana Olive Young aplicará un 15 % extra en todas las compras, sin importar el monto. Y Wool Warehouse, de Reino Unido, decidió suspender ventas tras calcular que los costos se dispararían 50 %.

En plataformas como Etsy, algunos vendedores ya anunciaron que cerrarán sus tiendas a clientes estadounidenses, aunque la empresa recomendó usar etiquetas con aranceles incluidos para mantener la operación.

Los más afectados serán los consumidores de bajo costo en EE. UU., acostumbrados a encontrar precios competitivos en marcas como Shein, Temu, TikTok Shop o pequeños negocios independientes en Etsy y Shopify.

Lo que para Trump es parte de su estrategia para presionar a socios comerciales, para miles de pequeños emprendedores en el mundo significa un freno en seco a su conexión con los compradores estadounidenses.

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