EFE / La presencia del español Pablo Hermoso de Mendoza, la vuelta a los ruedos del mexicano Alberto Ortega y las ganaderías destacarán en el serial de la Feria de Tlaxcala, que se celebrará en el central estado mexicano a partir del próximo 26 de octubre, informó este lunes la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros.
La capital de Tlaxcala, el más taurino de los estados mexicanos donde incluso existe una dependencia de gobierno para asuntos taurinos, mostró este día la composición de las cuatro corridas de su serial taurino de 2024.
Unos carteles donde se apuesta claramente por la seriedad del toro que se emplace durante la feria.
La presencia de los hierros De Haro y Rancho Seco, a los que se suman Tenopala y Felipe González en la corrida nocturna de Noche de Muertos, son en principio garantía de presencia y casta.
En cuanto a los matadores anunciados llama la atención la veteranía de la mayoría de ellos. El español Antonio Ferrera, los mexicanos Angelino de Arriaga, Arturo Saldívar, Uriel Moreno ‘El Zapata’ y Diego Silveti tienen más de una década de alternativa.
Sus dilatadas carreras no dejan lugar para grandes expectativas.
Por esto las esperanzas están puestas en los mexicanos Isaac Fonseca y el número uno del escalafón mexicano Ernesto Javier ‘El Calita’. Ambos con buen cartel en España, donde este lunes toreó Fonseca en la pamplonesa feria de San Fermín. El espada sufrió una recaída en su lesión del brazo derecho al pinchar entrando a matar su primer toro.
También destaca la vuelta a los ruedos del tlaxcalteca Alberto Ortega tras nueves meses en el dique seco debido a una terrorífica cornada recibida en la Plaza Jorge ‘El Ranchero’ Aguilar, misma donde se celebra la Feria de Tlaxcala.
La estrella del ciclo es sin duda el rejoneador español Pablo Hermoso de Mendoza, que se despedirá de la plaza de toros más antigua de México.
A diferencia de la mayoría de las ferias tradicionales en México, la de Tlaxcala no tiene un origen religioso. La primera edición en 1963 fue resultado de una Expo Ganadera e Industrial realizadas para la visita del entonces presidente de México, Adolfo López Mateos.
La decisión de las fechas elegidas, a finales de octubre y principios de noviembre, pretendió hacer coincidir la feria con las fiestas del Día de Muertos, tradición de carácter místico y religioso con elementos de sincronismo cultural en México.
Desde ese año se celebran las corridas durante la Feria de Tlaxcala.
