El expresidente de Brasil Fernando Collor de Mello (1990-1992) fue arrestado esta madrugada, luego de que el Supremo Tribunal Federal (STF) considerara agotados los recursos contra una condena por haber recibido cerca de 3,5 millones de dólares en sobornos de una empresa subsidiaria de la petrolera Petrobras, entre 2010 y 2014.
Collor, de 75 años, fue detenido en el aeropuerto de Maceió, capital del estado de Alagoas, noreste de Brasil, cuando se preparaba para viajar a Brasilia para ponerse a disposición de las autoridades.
La detención se produjo horas después de que el juez Alexandre de Moraes, del máximo tribunal, rechazara recursos contra la condena a ocho años y 10 meses de prisión por corrupción y lavado de dinero que el expresidente recibió en 2023, en un desdoblamiento de la operación Lava Jato.
El jueves, Moraes había considerado que la defensa del expresidente apenas estaba intentando “dilatar” el cumplimiento de la pena.
Mientras tanto, Collor seguirá preso en Maceió, según determinó el juez Moraes. La defensa del expresidente pidió el viernes que la corte le conceda arresto domiciliario, debido a que presenta “comorbidades graves” como “parkinson”, “apnea del sueño grave” y “trastorno de bipolaridad”.
Además del expresidente, en el mismo proceso fueron condenados los empresarios Luis Pereira Duarte de Amorim y Pedro Bergamaschi Ramos, también acusados de pagar sobornos.
Los pagos habrían sido realizados por la constructora UTC Engenharia a cambio de favores políticos: se buscaba que Collor, entonces senador, utilizara su influencia para facilitar la adjudicación de obras y el nombramiento de directores en BR Distribuidora, una subsidiaria de Petrobras encargada de la distribución de combustibles.
La Fiscalía General de la República había denunciado a Collor en agosto de 2015, en pleno auge de la operación Lava Jato, por los delitos de corrupción pasiva, lavado de dinero, organización criminal, peculado y obstrucción a la justicia. El Supremo Tribunal Federal (STF) aceptó el caso, ya que ese año el exmandatario ocupaba una banca en el Senado por el estado de Alagoas.
Al condenarlo, en 2023, el STF consideró que el delito de organización criminal ya había prescrito, en tanto que descartó los cargos de obstrucción de la justicia y peculado.
Collor, quien tuvo un breve paso por el Palacio del Planalto tras ser destituido por un juicio político en 1992, se convierte así en el tercer presidente brasileño desde la redemocratización en ser encarcelado.
En abril de 2018, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva fue detenido por corrupción y lavado de dinero, mientras que Michel Temer fue arrestado un año más tarde, implicado en una causa por irregularidades en obras vinculadas a una central nuclear en Río de Janeiro.