El presidente estadounidense, Joe Biden, está monitoreando de cerca los riesgos que puede acarrear la tormenta Milton, que alcanzará fortalecida en huracán Florida esta semana y que llegará tras el paso de Helene, un destructivo huracán que ha irrumpido en la campaña electoral de las presidenciales.
“Esta mañana se informó al Presidente sobre la tormenta tropical Milton, que se prevé que se fortalezca hasta convertirse en huracán más tarde hoy”, apuntó la Casa Blanca en un breve comunicado.
Se informó al Presidente sobre sus posibles impactos en la costa del Golfo de Florida y sobre el trabajo que está realizando la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA, en inglés) para “preposicionar recursos vitales antes de la tormenta”.
Según el último reporte de esta mañana proporcionado por el director del Centro Nacional de Huracanes de EE.UU., Michael Brennan, Milton traerá “una situación muy peligrosa para Florida esta semana”.
Actualmente, Milton tiene vientos sostenidos de 104 kilómetros por hora y está a 1.290 kilómetros de la costa oeste de Florida. Se desplaza hacia el este, sureste a 9 kilómetros por hora.
Se espera que se convierta en huracán en las próximas 12-24 horas y que luego sea un huracán poderoso a medida que se mueve hacia el este por el Golfo de México. El miércoles, como un huracán de categoría mayor, se espera que alcance la península de Florida.
“Veremos impactos generalizados con el potencial de amenazar la vida, inundaciones por marejadas ciclónicas, vientos huracanados peligrosos a lo largo de ambas costas de Florida e incluso en partes de la península”, apuntó Brennan.
Milton aterrizará en territorio estadounidense después de que Helene dejara, tras entrar el pasado 26 de septiembre por el noroeste de Florida como un huracán de categoría 4, una estela de más de 800 kilómetros de devastación por estados del sureste de EE.UU., con especial intensidad en Carolina del Norte.
Dejó además más de 200 muertos y decenas de desaparecidos convirtiéndose en el huracán más mortífero en EE.UU. desde el Katrina de 2005.
Además, a falta de un mes para las elecciones presidenciales, Helene se ha colado en la campaña política y le sirvió al candidato republicano, el expresidente Donald Trump (2017-2021), para desatar una ola de bulos sobre la respuesta gubernamental a la tragedia.
El varios de sus actos y entrevistas de esta semana, Trump llegó a señalar que el Gobierno federal no está ayudando a los afectados por Helene porque se ha gastado sus fondos en ayudar a los migrantes que llegan a Estados Unidos. Dijo, por ejemplo, que FEMA solo está ofreciendo 750 dólares a los estadounidenses que han visto sus hogares destruidos.
FEMA explicó esta semana que esa es sólo la ayuda inmediata y por adelantado que pueden recibir los sobrevivientes para cubrir necesidades básicas y urgentes como comida y agua.
En una entrevista en CNN esta mañana, la periodista Dana Bash cuestionó sobre esta falsa afirmación a la nuera y copresidenta del comité nacional del Partido Republicano, Lara Trump.
“Tenemos otro huracán que se dirige hacia Florida en este momento, ¿por qué este gobierno es inepto en este momento? ¿Por qué no tienen nada en orden? ¿Por qué ahora mismo los ciudadanos del oeste de Carolina del Norte están pidiendo ayuda a gritos, y la ayuda tiene que venir de los ciudadanos locales?”, se limitó a responder Trump, eludiendo la pregunta sobre la desinformación y los bulos.
En un mensaje en X, Biden hizo hoy un llamamiento al Congreso para que apruebe un paquete integral de medidas de emergencia para proporcionar los recursos necesarios a comunidades como las que enfrentan las consecuencias del huracán Helene.
Todo ello unas horas después de que la vicepresidenta de EE.UU. y candidata demócrata, Kamala Harris, visitara Carolina del Norte para evaluar los daños del huracán y resaltara el “extraordinario trabajo” que FEMA ha desplegado en el terreno.
El viernes, Andrew Bates, uno de los portavoces de la Casa Blanca, criticó a “algunos líderes republicanos” que están usando la devastación provocada por Helene, que ha causado más de 215 muertos, para “mentir” y “dividir” al país, justo a un mes de las elecciones del 5 de noviembre.